El “rey” Federer arrolla a Kyrgios en sets corridos
El suizo marcha campante a octavos de final del US Open
NUEVA YORK.- Roger Federer no tuvo más que entrar, reconocer el terreno, medir a su adversario de turno, el australiano Nick Kyrgios y luego empezar su obra de demolición con la maestría que lo caracteriza, ganando en sets corridos por 6-4, 6-1 y 7-5 en apenas 1 hora con 44 minutos.
El suizo está en octavos de final del US Open, el último Grand Slam del año, torneo que ha ganado en cinco oportunidades consecutivas, entre el 2003 el 2008, para ser más precisos. Federer tendrá como próximo rival al también australiano, John Millman, que derrotó al kazajo Mikkhail Kukushkin.
Un duelo de estilos extremadamente distintos. Federer, actual número 2 del ranking, considerado el mejor tenista de la historia y a quien los especialistas no han escatimado en llenarlo de elogios, el más común “su majestad”, ratificó hoy en el estadio Arthur Ashe, que, a sus 37 años recién cumplidos, tiene cuerda para seguir dando cátedra para rato.
Al frente suyo estuvo este sábado Kyrgios, de 23 años, nacido en Canberra, Australia, y 30 ranking ATP, un jugador más conocido por sus excentricidades en el circuito que por sus logros en su incipiente carrera. Y no es que el australiano no juegue bien, de hecho, es un diamante en bruto. Es un tenista de gran talento, versátil, con un poderoso servicio y jugadas casi de fantasía que son celebradas por el público que le aplaude de pie a rabiar. Pero ese mismo Kyrios, es el jugador que muestra a veces una actitud displicente, dando la impresión que, lo último que desea en ese instante, es estar allí jugando al tenis.
El concierto del suizo
En primer parcial fue de ida y vuelta, de mucha velocidad, con un Federer en modo de estudio de su adversario y del otro lado un Kyrios inspirado, devolviendo todo, sirviendo y convirtiendo aces. Así marchan hasta el 4-4 en el que el australiano tiene su servicio, pero lo pierde ante un incisivo Federer que ya lo había tenido casi en el bolsillo dos juegos atrás. Con el 5-4 el de Basilia va y cierra el set con una espectacular dejada en la red que hace estallar el Ashe.
En el segundo Federer impone autoridad sumando quiebre tras quiebre e incluso tuvo en sus manos sentenciar el set en 6-0 pero, quizá en un gesto de benevolencia permite al australiano sacarle un punto para establecerlo en 6-1. Un set aparentemente sin historia, pero que, en realidad, fue un paseo magistral de su clase ante un descompuesto Kyrgios que no podía concebir el sacrificio al que estaba siendo sometido.
El tercer parcial fue más equilibrado. El australiano quiso mostrar lo suyo, dispuesto a reivindicar su nombre y su tenis, que, como se señaló en párrafos anteriores, lo tiene y mucho, sólo que le basta pulirlo en consistencia. Entre tanto Federer lo esperó, dosificando sus fuerzas, buscando el momento preciso para dar la estocada. El quiebre llegaría en el juego 11, el suizo va con el 6-5 y cierra el partido con un ace diáfano, con la solvencia que ya es materia de leyenda.