¿Qué es la cirrosis y cómo se trata?

Te presentamos una breve explicación acerca de que es la cirrosis, síntomas y tratamientos para combatirla

La cirrosis, también conocida como cirrosis hepática o cirrosis de hígado, es el resultado de una enfermedad crónica del hígado que causa la cicatrización del hígado. Para ser detectada debe ser a través de un diagnóstico médico que con frecuencia requiere de estudios de diagnóstico por imágenes o análisis de laboratorio.

La hepatitis y el abuso crónico del alcohol son las causas más frecuentes. El daño hepático causado por la cirrosis es irreversible, pero existe la posibilidad de evitar que siga dañando el hígado.

Signos y síntomas de la cirrosis

Al principio las personas afectadas por la cirrosis pueden presentar pérdida de peso, fatiga y debilidad, mientras más avanza la enfermedad puede generarse hemorragia gastrointestinal, hinchazón abdominal, confusión y también puede evidenciarse ictericia, es decir, la piel va tomando un color más amarillento.

Comúnmente las personas afectadas por la cirrosis pueden presentar: Dolor en el abdomen, heces oscuras por la sangre digerida, nauseas, líquido en el abdomen, retención agua, vómitos con sangre, fatiga, pérdida de apetito, crecimientos de las mamas y debilidad muscular.

Presentar alguno de estos síntomas no es un indicativo de que la persona posea cirrosis, es indispensable consultar con un médico especialista en el tema para descartar la existencia de cirrosis. Más adelante tendrás una lista de los especialistas a los que puedes consultar en caso de sospechar ser portador de cirrosis.

Foto: Shutterstock

Tratamientos

Es importante recordar que la cirrosis no se cura por completo, sin embargo puede ser controlada a través de tratamientos como lo son:

La ligadura con banda elástica (Ligar un vaso sanguíneo dilatado o que está sangrando con una banda elástica para bloquear el suministro de sangre)

Endoscopia terapéutica (Uso de un instrumento médico con luz para observar el interior del cuerpo y proporcionar tratamiento)

Derivación portosistémica intrahepática transyugular (consiste en la colocación de un tubo en el hígado para liberar la acumulación de sangre en las venas). También puede ser tratada con un trasplante de hígado.

Algunos medicamentos para tratar la cirrosis son los siguientes: Diurético, Reductor de amoniaco, Beta bloqueador, Hormona sintética, Antibiótico y Antiviral.

Es importante no automedicarse y consultar con Infectólogo, Hepatólogo, Gastroenterólogo, médico de atención primaria y especialista en medicina de urgencias si sospechas que portas la enfermedad o si ya te la han diagnosticado.

Si deseas evitar contraer cirrosis o cuidarte si eres portados, es importante mantener una dieta baja en sodio y evitar el alcohol.

Como consejo es importante hacerse anualmente un chequeo médico para descartar enfermedades.

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