Los 4 trastornos sexuales que más afectan a los hombres
Ansiedad, frustración, estrés pueden sobrellevarse con la solidaridad de la pareja
Hay encuentros eróticos que para muchos pueden terminar resultando en una pesadilla, pues generan ansiedad y frustración, entre otras emociones. Por supuesto que los hombres no están exentos. Incluso, los trastornos sexuales no necesariamente son vistos como problemas individuales, sino de pareja.
“En todos los trastornos sexuales tratamos de buscar que la pareja juegue un papel solidario en el proceso. Cuando la pareja se une al proceso y muestra ese rol de solidaridad con la otra parte, los resultados son mucho mejores y más rápidos”, indica Karen Vázquez Chéverez, quien es psicóloga, educadora y terapeuta sexual.
Parte del tratamiento a estos trastornos consisten en ejercicios que se dan a solas y otros en pareja. Estos casos se manejan a nivel de terapia sexual y, en muchas ocasiones, con una combinación de la terapia psicológica con la sexual.
Trastornos sexuales más comunes en los caballeros
Disfunción eréctil: Suele ser uno de los principales temas de consulta. Por lo general, para el hombre la respuesta eréctil es sumamente importante porque está asociada a la virilidad. Comentarios como “yo no sirvo porque no tengo erección”, suelen ser verbalizados con mucha ansiedad y devaluación de sí mismo.
“Si se tiene una pareja, puede que ésta presente poco tacto al momento de manejar la situación. Si es crítica, toma distancia o delega la responsabilidad a quien está pasando la situación, resulta ser todo más complejo”, señala Vázquez Chéverez.
Anorgasmia: Consiste en que indistintamente de la estimulación que pueda recibir la persona, ya sea por sexo oral o en relación coital, no reporta orgasmo. Cabe destacar que eyaculación y orgasmo son dos respuestas diferentes. La respuesta orgásmica consiste en esa descarga de energía sexual que se va acumulando desde el momento en que se decide tener sexo. Comienza con besos, caricias y se va desencadenando.
“Se va almacenando esa energía sexual que luego, por estimulación directa o indirecta del pene, va a provocar la liberación de esa energía que es reportada como una sensación placentera, como una corriente en todo el cuerpo, palpitaciones en el área pélvica y sensación de bienestar. En el caso del hombre, luego sobreviene la respuesta eyaculatoria. Es casi imperceptible las milésimas de segundos en lo que va de una a la otra”.
Trastorno de control eyaculatorio: El caballero que experimenta eyaculación precoz, por lo general va con mucha ansiedad anticipatoria al acto sexual. Genera un trauma, pues de solo saber que va a tener sexo y que va a eyacular rápido siente frustración y se devalúa. Según la experta, lo aprendieron desde pequeños, para evitar ser capturados en el acto de masturbación y se acostumbraron.
“Si ese es el poder de la mano sobre un pene, en la vagina con la temperatura, la humedad, movimiento, erotismo y todos estos estímulos activan más a la persona y lo hace más dificil controlar”, concluye.
Menos común: Desorden del interés sexual
La percepción que se tiene socialmente es que el hombre siempre piensa y quiere tener sexo, y que está disponible. Cuando un hombre reporta que no tiene deseo, usualmente provoca asombro y, a nivel de pareja, comienzan las etiquetas: ¿Eres gay? ¿Tienes a otra persona? ¿Te masturbaste antes? ¿Eres adicto al sexo y lo hiciste con la computadora y no lo quieres hacer conmigo?
La terapeuta sexual y psicóloga resalta que hay hombres que tienden a ser más emocionales, que no practican “sexo sin amor”, y que si no hay un afecto particular hacia esa persona que escogen como pareja, no pueden tener sexo.
“Hay diferencia en lo que la sociedad nos vendió, de que el hombre no importa con quién esté, no importa la raza, el color ni el peso, de que siempre va a estar disponible. Eso no es así. Si la calidad de la relación de pareja está lastimada, también se distancia y te reporta una baja en el deseo sexual”.
Explica que aunque en muchas ocasiones el hombre asegura no tener deseo, la situación es con su pareja. Esto, porque el deseo mueve su masturbación, o ver una película erótica, disfrutar de una conversación íntima entre amigos, pero al momento de las relaciones sexuales con su pareja, no hay respuesta.