La preocupante y complicada relación entre Trump y el Secretario de Defensa
Jim Mattis detesta el apodo que le puso el presidente
En el gobierno federal consideran que cuando el presidente Donald Trump y el secretario de Defensa, Jim Mattis, están en reuniones juntos, los funcionarios consideran que el segundo es “el adulto de la habitación”.
Al principio de su relación, cuentan, el presidente Trump se refería a Mattis como “Mad Dog” (“Perro Loco”), un apodo que al general nunca le gustó, pero lo que realmente comenzó a generar distancia entre ambos es el recelo que el mandatario desarrolló ante las comparaciones que lo hacen ver como un político inmaduro y sin visión.
En un reporte del New York Times se indica que la relación es insalvable y que Mattis podría dejar el Gabinete pasando el proceso electoral intermedio.
Lejos quedaron aquellos días en que “el general retirado de la Marina tomaba un descanso para comer hamburguesas con su jefe en la Casa Blanca”, cuenta el Times.
En su mejor momento, Mattis logró persuadir a su jefe de permitir la tortura a terroristas detenidos y echar por tierra a sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a quienes tanto ha criticado el republicano.
Según entrevistas con más de una docena de representantes de la Casa Blanca, el Congreso y exfuncionarios del Departamento de Defensa, el presidente Trump está molesto con su Secretario de Defensa, cansado de comparaciones desfavorables “como el adulto en la habitación”, pero “cada vez más preocupado de que él es un demócrata de corazón”.
El tema es preocupante, sobre todo porque el presidente Trump -dijeron las fuentes- escucha poco a sus asesores de Seguridad Nacional y Mattis era a uno de los pocos a quienes daba entrada, pero el general ha rechazado varias peticiones del mandatario.
“Eso incluyó inicialmente la lentitud de la orden del presidente de prohibir a las tropas transgénero el ingreso a las Fuerzas Armadas y rechazar una demanda de la Casa Blanca para impedir que los familiares acompañen a las tropas que se desplazan a Corea del Sur”, indica el reporte.
Mientras los problemas en el exterior crecen para EEUU, la relación entre el presidente Trump y un miembro clave de su Gabinete, parece tener una fecha de caducidad.