Quiere ser como Barbie, pero su nuevo cambio es demasiado loco
Para alcanzar la belleza se ha sometido a peligrosas operaciones, aunque niega haberse realizado cualquier retoque
Valeria Lukyanova nació en 1985 Tiraspol, Moldavia, que era parte de la Unión Soviética en ese momento.
Se convirtió en el esperado bebé de una familia humilde, su papá trabajaba como albañil durante el día y como disc jockey por la noche, mientras que la ocupación de su madre era en el ejército.
Todos adoraban la belleza de Lukyanova con sus largos mechones rubios y grandes ojos de muñeca. Sin embargo, no tenían idea de cuánto internalizaría la palabra “muñequita” y hasta dónde llegaría para alcanzar la belleza cuando creciera.
Cuando era niña, Lukyanova contaba con una extensa colección de muñecas Barbie. Su pasatiempo favorito era vestir a cada muñeca con trajes de moda. Hasta ahí todo normal, pero el resto de su historia quizás no lo es tanto.
La belleza infantil de Lukyanova nunca se desvaneció. En 2007, participó en el concurso de belleza “Miss Diamond Crown of the World” y ganó, dejando a todos los jueces maravillados con sus facciones.
Esto fue el comienzo de algo nuevo para ella: sesiones fotográficas, incluidas las eróticas, y entrevistas publicadas en los medios rusos.
Lukyanova siempre supo que era hermosa, pero estaba lejos de estar satisfecha o de conformarse con su belleza. Ella deseaba la apariencia perfecta que tenían sus muñecas Barbie, así que esto significaba que necesitaría tomar medidas drásticas para emular sus proporciones perfectas y antinaturales. Así es, Lukyanova quiso convertirse en una Barbie humana en la vida real.
Los rumores apuntaban a que se operó los senos, pero ella lo negaba. Pero quizás las pruebas son demasiado evidentes.
Una vez que Lukyanova logró el aspecto que buscaba, sus críticos supusieron que se haaía hecho una cirugía de nariz, levantamiento de cejas, reducción de mejillas y cuello, limado la mandíbula, liposucción en sus extremidades, levantamiento de senos, además de una abdominoplastia para convertirse en una Barbie humana. Sorprendentemente, la reina de la belleza niega haberse sometido a ninguna cirugía y las razones que da sorprenden.
Según reporta Direct Expose, ella afirma ser alguien muy espiritual que renuncia a lo artificial.
Sus legiones de fans contrastan con sus detractores, que también los tiene. De hecho, fue atacada en su casa. Dos asaltantes enmascarados golpearon y estrangularon a la Barbie humana hasta que un vecino intervino para rescatarla. Fue llevada al hospital para tratar sus heridas.
Una vez que volvió en sí, afirmó que todo había sucedido tan rápido y que no había forma de que ella hubiera anticipado el ataque. Tristemente, las críticas siguieron, sobre todo a través de las redes sociales.
La Barbie humana a menudo lee todo tipo de comentarios negativos sobre ella en Internet. La gente la ataca por ser demasiado delgada, por hablar graciosa, por ser una completa falsa, y por muchas otras cosas insultantes.
Lukyanova se ha descrito a sí misma como una “vampira de la energía” porque dice que todos los comentarios negativos realmente le dan la atención que desea. Ella ha expresado que el precio a pagar por ser perfecta no siempre es fácil y viene con sus dificultades, especialmente cuando las personas la consideran una novedad en lugar de un ser vivo
Según Lukyanova, le duele que la vean solo por lo externo ya que no quiere que su identidad dependa solo de lo físico. A veces, ella prefiere reaccionar positivamente al odio tratando de empoderar a los demás siendo amable con ellos y no albergar resentimientos.
Su actitud de ser positiva y tener mejores herramientas para luchar contra lo negativo le ha llevado a admitir que sí se ha operado.
Según reportan medios rusos, Lukyanova cree que “la perfección no tiene limitaciones” y disfruta cambiando las cosas de vez en cuando. Incluso cambió su fecha de nacimiento a 1991.
Después de gastar tanto tiempo, dinero y esfuerzo en lograr el físico perfecto para la muñeca Barbie, Lukyanova ha tenido un repentino cambio de parecer. Su cabello rubio perfecto, sus tetas de plástico y su cara elaborada ya no son suficientes para ella.
La nueva apariencia que quiere probar requiere que Lukyanova aumente sus bíceps y abdominales. Si Barbie sería una buena fisiculturista es tema de debate, pero desde luego es un objetivo que la rusa se ha marcado y que va a conseguir.
Como declara, sus ambiciones no tienen límites y el mundo debería estar listo para todo lo que ella tiene para ofrecer.