Trump promete “mano más dura” contra la inmigración ilegal, mientras el Pentágono aprueba nuevo despliegue militar en la frontera

Activistas han denunciado el posible despliegue militar en la frontera sur, e insisten en que EEUU debe ayudar a erradicar los problemas que provocan la emigración ilegal de Centroamérica

Campamento de migrantes de la caravana. Gardenia Mendoza

Campamento de migrantes de la caravana. Gardenia Mendoza Crédito: Gardenia Mendoza

WASHINGTON— El presidente Donald Trump, que presuntamente sopesa una “veda a los latinos”, prometió este viernes una “mano más dura” contra la inmigración ilegal en la frontera sur, mientras el Pentágono aprobó un nuevo despliegue militar en respuesta a la “emergencia nacional” que, según el mandatario, existe en la zona.

Frustrado con el continuo avance de una caravana de inmigrantes centroamericanos rumbo a la frontera sur, Trump afirmó hoy en su cuenta en Twitter que el gobierno de EEUU ha gastado “miles de millones de dólares” para combatir la inmigración ilegal, y la situación “no puede continuar”.

De nueva cuenta, el mandatario exigió que los demócratas en el Congreso le den los votos para aprobar leyes “firmes pero justas” para resguardar la seguridad fronteriza, sin mencionar que su partido se ha mostrado renuente a aprobar fondos para el muro fronterizo.

“Los demócratas deben darnos los votos para aprobar leyes firmes (pero justas). Si no, estaremos forzados a jugar una mano más dura”, prometió el mandatario.

El Congreso, bajo control republicano, ha aprobado $1,600 millones para la construcción de su prometido muro fronterizo pero Trump exige más para frenar lo que ha calificado como una “embestida” de inmigrantes indocumentados en la frontera sur.

¿Una “veda a los latinos”?

La Casa Blanca no ha querido hacer comentarios sobre una supuesta orden ejecutiva que alista Trump para frenar el paso de migrantes en la frontera, incluyendo solicitantes de asilo, según informó hoy el diario “The New York Times”.

Esa medida, que grupos de la comunidad inmigrante han calificado ya como una “veda a los latinos”, supondría una nueva escalada en el combate contra la inmigración ilegal, que la Administración ha utilizado como arma electoral de cara a los comicios del mes próximo.

A Jess Morales Rocketto, presidenta de la campaña “Families Belong Together”,  no le cabe duda que la Administración alista una “veda a los latinos” y afirmó que la Administración y el Partido Republicano “se han convertido en el partido de la crueldad a las familias”, adoptando medidas que contravienen los valores estadounidenses.

“Han prohibido la entrada de gente por su religión, después separaron a niños de sus padres y ahora piensan prohibir el ingreso de personas con base a la raza y lugar de origen… están avanzando una agenda abiertamente política que contraviene profundamente los valores de familia, justicia e inclusión que comparten los estadounidenses”, afirmó la activista.

 Nuevo despliegue militar

El jueves, Trump repitió su decisión de autorizar un nuevo despliegue militar en la frontera sur para poner coto a los cruces ilegales, alegando que existe una “emergencia nacional”.

Estos soldados, previsiblemente del Ejército y la Fuerza Aérea, se sumarían a los 2,100 miembros de la Guardia Nacional que desde abril pasado proveen apoyo logístico a la Patrulla Fronteriza.

El secretario de Defensa, Jim Mattis, firmó hoy las órdenes para el nuevo despliegue militar, pero el Pentágono no precisó detalles sobre cuántos soldados estarán desplegados ni por cuánto tiempo, aunque informes filtrados a la prensa habían indicado que serían unos 800.

En  una declaración conjunta, los departamentos de Defensa y de Seguridad Nacional dijeron que Mattis aprobó la asistencia del Pentágono para las misiones de vigilancia en la frontera del suroeste, encima del apoyo enviado dentro de la “Operación Guardián” de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP).

La ayuda consistirá en apoyo de planeación e ingeniería, incluyendo la construcción de barreras temporales y bardas, apoyo de transporte aéreo del personal de la CBP, equipos médicos, vivienda temporal y equipos de protección personal para los agentes, según el comunicado.

El Comando Norte liderará la operación en la frontera, el tiempo que dure, y apoyará las funciones de la CBP, puntualizó.

Una ley federal que data de 1878 prohíbe el uso de tropas para operaciones militares dentro de Estados Unidos por lo que estos soldados sólo podrían dar apoyo logístico y no tendrían autoridad para arrestar a inmigrantes indocumentados o realizar otras misiones de vigilancia migratoria.

En todo caso, el despliegue serviría para reforzar el mensaje electoral de la Administración de cara a los comicios del próximo 6 de noviembre, que definirán el control del Congreso, una treintena de escaños en el Senado y centenares de cargos locales y estatales en todo el país.

La Administración Trump ha equiparado con criminales a los inmigrantes indocumentados y, más recientemente, a los integrantes de la caravana. En aras de la seguridad nacional, las autoridades ya han restringido el proceso de asilo.

¿Cuál “emergencia nacional”?

Expertos consultados por este diario coincidieron hoy en que no existe una “emergencia nacional” en la frontera, como argumentan Trump y su Administración.

La antropóloga Maricela Vázquez León, directora del Centro de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Arizona, dijo que lo que hay es una “crisis humanitaria”, producto de problemas estructurales en Honduras y otras partes de Centroamérica, que no se resuelve con una “militarización” de la frontera.

“Trump está utilizando una caravana pacífica para promover el miedo de cara a los comicios de mitad de término. Ningún periodista ha visto terroristas o miembros de la pandilla MS-13, como alega Trump”, señaló la experta.

Honduras, en particular, sufre desde hace muchos años problemas relacionados con la corrupción, la impunidad, la pobreza, falta de empleos, hambre y extrema violencia, y los migrantes que huyen hacia EEUU son personas “desesperadas”, enfatizó.

Trump “siempre ha satanizado a los migrantes, culpándolos de todos los problemas en EEUU” y esta caravana le caído como un regalo electoral, según la académica, quien aseguró que EEUU tiene parte de responsabilidad por la inestabilidad en la región.

A su juicio, Estados Unidos debe ayudar a personas que solicitan asilo, además de continuar su ayuda a Honduras y canalizarla, no a las fuerzas del orden que “reprimen violentamente” a disidentes sino a programas de desarrollo.

Por su parte, Alex Nowrasteh, analista del Instituto Cato, señaló que las leyes migratorias son muy “estrictas” y el gobierno de EEUU debe permitir que quienes no representen un peligro para la seguridad nacional puedan solicitar asilo.

Nowrasteh publicó hoy un análsis de otros despliegues militares en la frontera en el pasado, en el que señaló que en el año fiscal 2018, la Patrulla Fronteriza arrestó a unos 396,579 inmigrantes indocumentados, o 24 por cada agente a lo largo de todo ese año.

El experto del Instituto Cato sugirió que la Patrulla Fronteriza bien puede procesar al pequeño número de solicitantes de asilo dentro de la caravana migrante sin respaldo militar, “como lo han hecho tantas veces anteriores con una fuerza más pequeña”.

“El despliegue militar propuesto para la frontera, en unos momentos de un descenso de cruces ilegales es un innecesario desperdicio de tiempo y recursos”, argumentó Nowrasteh.

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