La contraloría vuelve a suspender a NYC por el bajo uso de empresas minoritarias
Stringer demanda cambios
En la alcaldía se confía en llegar al objetivo de haber concedido contratos a empresas minoritarias y de mujeres (MWBE) por valor de $20,000 millones en el periodo 2015-2025. No obstante, en la contraloría de Nueva York se suspende la gestión de la ciudad a la hora de adjudicar obras y servicios a estas empresas en la que los accionistas de control son latinos, afroamericanos, asiáticoamericanos o mujeres.
El informe que el martes hizo el contralor, Scott Stringer, muestra que aunque el gasto comprometido con firmas diversas en el año fiscal 2018 se ha incrementado, el 80% de las empresas certificadas MWBE no reciben contratos de la ciudad. De nuevo la ciudad recibió un D como calificación por el uso de estas empresas a conceder $1,000 millones en contratos, es decir apenas el 5.5% del total del presupuesto.
En particular Stringer lamenta lo poco que dedica la ciudad a contratos con empresas afroamericanas, motivo por el cual ha dado una F a la Administración municipal. En el caso de las firmas latinas la alcaldía recibe un D, la misma puntuación que las certificadas de mujeres.
Las cifras se computan de distinta forma por parte de la contraloría y la alcaldía pero lo cierto es que, según las propias cifras municipales no se han incrementado mucho el porcentaje de empresas latinas que han obtenido contratos (aunque si subcontratos). Pese a eso, la cuantía de lo abonado por los contratos ha aumentado significativamente duplicando lo que se abonó en 2015 (por obra concedida en ese año y en el curso de la ejecución de contratos que puede desembolsarse otros años).
Stringer propone que haya un directivo de diversidad en el gabinete del alcalde y en todas las agencias para dinamizar el papel de estas empresas . Además se quiere que se creen oportunidades competitivas en contratos de requisitos que representan aproximadamente el 10% del presupuesto de la ciudad. Estos contratos son acuerdos que tienen las agencias con una serie de firmas que cumplen con las demandas particulares de la ciudad para prestar servicios o ejecución de obras cuando se necesiten, como por ejemplo, servicios de limpieza, impresión de documentos electorales, contratos de automóviles o equipos de mantenimiento.
Adicionalmente, la contraloría quiere que las grandes empresas hagan público su compromiso con la diversidad y tengan sus propios planes para ello.