Donde más diferencias hay no es en las franjas de ingresos bajos, ya que estas están influidas por los salarios mínimos, sino en las de ingresos medios y altos, según datos del Instituto de Política Económica (EPI). En un trabajo en el que un hombre cobre $22.50 a la hora una mujer cobrará un 60% menos, en el caso de que el hombre blanco cobre $82.58, la mujer cobrará el 48.3% menos.
No debería ser tan difícil cambiar esto pero lleva tiempo. Jimena Almendares, vicepresidenta de expansión global de Intuit, la firma de software financiero y para empresas, explicaba a este periódico que en esta empresa las mujeres cobran 99.4 centavos por cada dólar que ganan los hombres. “El objetivo es llegar a la paridad aunque ya tenemos una de las tasas más elevadas de igualdad de la industria pero nos ha tomado acciones cada año para llegar a ello”.
Intuit es una empresa que tiene una comprometida política de fomento de la diversidad, tanto para sus clientes como para sus trabajadores. Almendares dice que estas empresas crecen más rápidamente y acceden a más mercados.
Esta directiva lamenta que exista la brecha salarial para la mayoría de las mujeres porque el problema cuando hay discriminación “no solo es esa mujer, también afecta a su familia e hijos. El problema es no tomar en cuenta el potencial de estas mujeres que están más en precario y más a merced de los problemas de la vida. Y eso repercute en la educación de los hijos que posiblemente tengan que trabajar en vez de ir a la universidad”.