Michelle Obama dice que lloró mucho al dejarle la Casa Blanca a Trump
Arrancó a promocionar sus memorias con una gira digna de una estrella del rock
Dejar la Casa Blanca, en enero de 2017, fue el día “más triste” en la vida de la ex primera dama Michelle Obama, quien incluso reconoció que lloró mucho por ello.
Obama hizo esta confesión ayer en su ciudad natal, Chicago, donde inició una gira para promocionar sus memorias, “Becoming”, ante unas 14 mil personas, que pagaron entradas que oscilaban entre los $30 y 3 mil dólares.
“Fue un día lleno de emociones diversas”, dijo la ex primera dama a la presentadora Oprah Winfrey, elegida para la ocasión para entrevistarla sobre un escenario en el pabellón deportivo United Center, sede de los Chicago Bulls de la NBA.
En ese 20 de enero de 2017, fueron treinta minutos de llanto a bordo del avión que les llevó de Washington a Nueva York, explicó, un momento que no incluyó en su libro “Becoming”.
“Pero me quedó marcado porque era el final de un proceso muy difícil, donde con Barack intentamos hacer todo a la perfección”.
La ex primera dama recordó que la salida de la Casa Blanca, para darle entrada al nuevo inquilino, Donald Trump, fue tan vertiginosa como la transición que vivió su familia cuando su marido se convirtió en el 44to presidente de EEUU.
“Todo proceso de transición es una locura. Un día eres una familia normal. Luego sucede la elección… Y tu vida cambia instantáneamente. Es como si explotara una bomba en tu casa”, afirmó.
Y en el momento de irse, la transición es de nuevo “increíblemente rápida”, dijo.
También aprovechó la presentación de “Becoming” para confesar que durante la toma de posesión de Trump, en el escenario en el Congreso, fue incapaz de sonreír. “No pude hacerlo”, dijo. “Normalmente soy mejor que eso… Pero fue difícil”, recordó.
En “Becoming”, se esfuerza por superar el esquema clásico de la primera dama y pone el acento en experiencias universales ligadas a su vida familiar y laboral, así como hace una serie de duras críticas hacia Trump.
Michelle promocionará sus memorias con una gira digna de una estrella del rock, con charlas en estadios de EEUU y Reino Unido de la mano de famosas como la escritora Chimamanda Ngozi Adichie y las actrices Reese Witherspoon y Sarah Jessica Parker.