Entierran viva a su exnuera para quedarse con sus nietos
Marcia Martins se había separado recientemente de su esposo y deseaba vivir con sus hijos en otra ciudad, idea que hizo enloquecer a los abuelos a tal grado que cometieron un crimen
Marcia Miranda Martins decidió hace poco más de un mes divorciarse de su marido, con quien tuvo dos hijos: un niño de cuatro años y una niña de nueve meses. Pero los padres del hombre, obsesionados con sus nietos, asesinaron a Marcia para poder quedarse con la patria potestad de los chicos.
Los ancianos engañaron a la mujer de 41 años, la llevaron a una casa que habían alquilado por unos días, y la enterraron en el patio. Tras las denuncias por la desaparición, la policía encontró después de dos semanas el cuerpo de Marcia en el fondo de la vivienda, según informa O Globo.
El hecho ocurrió en la ciudad de Sao Paulo, en Brasil. Después de enterarse del divorcio de su hijo, los abuelos, Fernando y María, citaron a la exesposa de su hijo para supuestamente abrir una cuenta bancaria para la manutención de los niños.
La pasaron a buscar en un auto y manejaron hasta los suburbios de la ciudad. Llegaron a una casa que habían alquilado hace algunos días y le aseguraron a la mujer que era para que ella viviera ahí con sus hijos. Marcia les había dicho que su intención era mudarse a otro estado, por lo que la excusa del matrimonio era ofrecerle una casa nueva en la misma ciudad. Pero detrás de esa falsa historia se encontraba un plan macabro.
La Policía aseguró que el matrimonio recorrió la vivienda junto a Marcia. Le hicieron un recorrido para mostrarle cómo era el lugar dónde supuestamente iba a mudarse, pero cuando llegaron a la última habitación la golpearon en la cabeza con un objeto contundente y luego la enterraron en el patio del fondo de la casa cuando aún estaba viva.
Las autoridades descartaron que el exesposo de la mujer, el padre de los niños, haya tenido participación en el asesinato.
Después de ser interrogados, los investigadores afirmaron que los abuelos tenían el deseo de criar a los niños ellos mismos, y que incluso les habían pedido que los llamen “papá” y “mamá”.