5 consecuencias fatales de tomar suplementos alimenticios
¿De verdad necesitas un suplemento diario?
Antes que cualquier otra cosa, los suplementos alimenticios de venta libre son un negocio millonario. De acuerdo con un reporte de la Harvard Medical School, más de 90,000 productos de esta rama generan unos $30,000 millones cada año en Estados Unidos.
Pero consumir estos suplementos alimenticios sin asesoría médica especializada, puede tener consecuencias fatales, especialmente para los adultos de más de 60 años de edad, que en su gran mayoría consumen de uno a cuatro (incluso más) de estos productos diariamente.
Los multivitamínicos ofrecen cubrir una deficiencia de vitaminas y minerales que, en teoría, no pueden consumirse a través de la dieta diaria, o que no pueden producirse o aprovecharse al máximo debido a ciertas condiciones de salud.
Sin embargo, la doctora JoAnn Manson, profesora de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y profesora de epidemiología en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, asegura que “los suplementos nunca son un sustituto de una dieta balanceada y saludable“, pero son populares porque “las personas se sienten más saludables si hacen algo que creen que las hace saludables”.
Un estudio publicado por el Journal of the American College of Cardiology, señaló que los cuatro suplementos más utilizados, que son las multivitaminas, la vitamina D, el calcio y la vitamina C, no protegen contra enfermedades cardiovasculares. Además, no están regulados por la FDA por lo que no se puede garantizar que contengan lo que declaran o que no estén contaminados.
Aunque no todo es malo en materia de suplementos alimenticios, consumirlos sin asesoría médica y nutricional puede representar serios riesgos para la salud. Algunos de ellos son:
- Dosis altas de vitamina E pueden provocar un accidente cerebrovascular o derrame cerebral, debido a un sangrado en el cerebro.
- El betacaroteno en dosis altas se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer de pulmón en fumadores.
- Consumir calcio y vitamina D en cantidades mayores a las que necesita el organismo puede aumentar el riesgo de cálculos renales.
- La vitamina K puede disminuir los efectos de los medicamentos anticoagulantes.
- Consumir altas cantidades de vitamina B6 durante un año o más puede provocar daños en los nervios que controlan los movimientos del cuerpo.
Lo mejor es consumir suplementos sólo si han sido recetados por un médico, pues el especialista recomendará los que son útiles para las personas con ciertos problemas de salud. De lo contrario, la mejor manera de obtener las vitaminas y los minerales necesarios para el óptimo funcionamiento del organismo, es a través de los alimentos y no con una pastilla.