Juez federal posterga sentencia de exasesor de Seguridad Nacional por mentir al FBI

Michael Flynn fue el primer asesor de alto rango de la Administración Trump en ser procesado judicialmente por la Trama Rusa

Michael Flynn compareció ante una corte federal.

Michael Flynn compareció ante una corte federal. Crédito: Getty Images

WASHINGTON — El juez federal, Emmet Sullivan, postergó este martes la sentencia contra Mike Flynn, el primer asesor de Seguridad Nacional de la Administración Trump, por haberle mentido al FBI sobre sus contactos en 2016 con el embajador de Rusia en EEUU, para dar tiempo a que el acusado siga colaborando con la investigación sobre la Trama Rusa.

Sullivan aceptó la solicitud de la defensa y postergó hasta el próximo 13 de marzo la sentencia tras una tensa audiencia de poco más de dos horas en un tribunal en Washington, en la que el juez incluso sugirió que Flynn era un “vendepatrias”.  El juez revaluará el caso en marzo próximo.

La inesperada decisión del juez puso colofón a un drama legal en el que Flynn debía convertirse hoy en el primer exasesor de alto rango del presidente Donald Trump en ser enviado a prisión, en el marco de la investigación de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016.

Acompañado de su esposa, su hijo y varios de sus hermanos, el teniente general retirado del Ejército compareció esta mañana ante Sullivan para recibir su sentencia, un año después de que se declarara culpable de mentir al FBI y aceptara cooperar con la investigación en curso.

Al inicio de una extensa audiencia y sentando en medio de sus dos abogados, Flynn reconoció que “estaba consciente” de que mentir al FBI es un delito, y no tenía planes de cambiar su declaración de culpabilidad.

Horas antes, Trump había emitido un mensaje en Twitter en el que le deseó “buena suerte”, a la vez que se quejó de que Flynn ha estado bajo “tremenda presión” de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que investiga si su campaña presidencial tuvo colusión con Rusia en los comicios de 2016.

Como siempre lo ha hecho para desacreditar la investigación del fiscal especial, Bob Mueller, Trump insistió hoy en que “no hubo colusión” y que su campaña presidencial fue “altamente exitosa”.

Flynn, de 60 años, se declaró culpable de mentir al FBI sobre sus contactos y conversaciones con el embajador ruso, Sergey Kislyak, durante el período de transición en 2016, sobre asuntos como las sanciones de EEUU contra Rusia por su injerencia electoral y un voto en Naciones Unidas sobre los asentamientos judíos en territorios ocupados en Israel.

En enero de 2017, dos agentes del FBI entrevistaron a Flynn en la Casa Blanca sobre sus contactos con Rusia en las postrimerías de la presidencia de Barack Obama.

Flynn no sabía entonces que los dos agentes de contrainteligencia ya habían analizado las transcripciones de sus contactos con Kislyak pero, según documentos presentados en la corte, éstos querían determinar si el recién estrenado asesor de Seguridad Nacional diría la verdad.

Pero Flynn negó haber discutido con Kislyak tanto una petición para que Rusia derrotara una resolución en Naciones Unidas contra los asentamientos en Israel, y otra para que Moscú no tomara represalia por las sanciones de Obama.

Las autoridades no han explicado las motivaciones de Flynn para mentir sobre sus contactos con el embajador ruso, por lo que se desconoce si éste cumplía órdenes de alguien en el equipo de transición de Trump, o si mintió por sentido de lealtad o para proteger al presidente electo.

Entre los escenarios posibles, Sullivan tiene la opción de sentenciar a Flynn a hasta seis meses en prisión, pero la semana pasada Mueller recomendó no sentenciarlo a ningún tiempo en la cárcel, debido a su “ayuda sustancial” en 19 interrogatorios en el último año, en el marco de la investigación del FBI.

Otra opción, que fue la que tomó, era demorar la sentencia y dar oportunidad a que Flynn siga cooperando con las autoridades federales.

Sullivan preguntó a la defensa si Flynn había sido “engatusado” por los agentes del FBI que lo interrogaron –la portavoz de la Casa Blanca, Sarah H. Sanders, dijo hoy que éste fue “emboscado”–, pero uno de los abogados, Stephen Anthony, contestó con un simple “no”.

Otro de los abogados defensores, Robert Kelner, presentó la semana pasada ante el tribunal documentos con testimonios de decenas de familiares, amigos y ex-colegas, que dieron fe de la extensa trayectoria militar de Flynn y una vida de entrega al servicio público, con la esperanza de lograr su libertad condicional o una sentencia leve.

Durante una ahora inusitada rueda de prensa, Sanders repitió que Flynn fue “emboscado” porque el FBI actúa con “prejuicio político”, pero que, en última instancia, tanto la postergación de la audiencia como su futura fecha queda en manos del tribunal.

Tras cerrar una carrera militar de 33 años, que lo llevó a sitios como Haití, Grenada, Irak y Afganistán y a dirigir la Agencia de Inteligencia de Defensa (“Defense Intelligence Agency”, DIA), Flynn lanzó “Flynn Intel Group”, una empresa de consultoría con dos socios que posteriormente fueron acusados de trabajar en 2016 como agentes de Turquía, conspiración y declaraciones falsas.

Flynn admitió que violó las leyes al no registrar su trabajo como cabildero de un gobierno extranjero -lo que pudo haberle provocado hasta 10 años en prisión-, pero no fue acusado en ese caso por su extensa colaboración con el FBI.

Visiblemente molesto, Sullivan reprochó a Flynn que estuviese al servicio de otro país mientras simultáneamente cumplía labores como asesor de Seguridad Nacional de EEUU, y eso “mina todo lo que representa esta bandera. Se puede decir que usted traicionó a su país”. 

Posteriormente, uno de los fiscales federales,  Van Grack, explicó al juez que la fiscalía nunca sopesó acusar a Flynn de “traición” porque el “gobierno no tiene razón para creer que el acusado cometió traición”.

Sullivan enfatizó que mentir al FBI es un “delito muy grave”, y explicó que no necesariamente debe seguir las recomendaciones de Mueller.  De hecho, insistió en que “no está prometiendo nada” a cambio de la continua cooperación de Flynn.

Férreo defensor de Trump, Flynn fue pieza clave durante la transición presidencial en 2016 y duró menos de un mes como el primer asesor de Seguridad Nacional en la nueva Administración, hasta que Trump lo despidió cuando se reveló que éste mintió al vicepresidente, Mike Pence, sobre sus contactos con Kislyak.

Flynn, uno de los primeros asesores de alto rango en caer en las redes de la investigación de Mueller, también es recordado por apoyar, durante la convención nacional republicana de 2016, el reclamo de los partidarios de Trump de encarcelar a la excandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton.

Clinton había sido fuertemente condenada en círculos conservadores por usar un servidor personal para el envío de correspondencia cuando fue secretaria de Estado. Durante la convención nacional republicana, Flynn afirmó que lo correcto era “encarcelarla” porque el país no necesitaba a una presidenta que se creía “por encima de la ley”.

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