Asciende a 89 el número de muertos por explosión en Tlahuelilpan
Dos jóvenes serán trasladados a Galveston, Texas ante la gravedad de sus quemaduras
Siguen recuperando restos tras la explosión en Tlahuelilpan. Crédito: EFE
MÉXICO – A tres días de la trágica explosión en el municipio de Tlahuelilpan en el estado central de Hidalgo, ascienden a 89 los muertos que ha dejado la tragedia que enlutó a la población.
De acuerdo al reciente reporte de las autoridades federales, en las últimas horas se registraron cuatro decesos.
“De ayer a hoy desafortunadamente hemos tenido cuatro fallecimientos más, que sumados a los 85 que se anunciaron, hoy son 89 fallecidos a las 05.00 de la mañana”, dijo en rueda de prensa el ministro de Salud, Jorge Alcocer.
Durante la rueda de prensa matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, Alcocer explicó que hay 51 pacientes todavía hospitalizados en centros mexicanos.
También se informó del traslado de dos jóvenes fueron a un centro especializado en Galveston, Texas, Estados Unidos.
“Tenemos que dar la mayor atención. (…) Tienen muchas posibilidades de salvar su vida, que es nuestra primera y única encomienda”, apuntó.
AMLO se limitó a decir que la tragedia es “muy dolorosa” y destacó que por el momento lo más importante es salvar la vida de los heridos.
“No podemos decir otra cosa, estamos tratando de salvar vidas, esto es lo más importante”, agregó.
El viernes en la tarde, un grupo de pobladores del municipio de Tlahuelilpan, en el céntrico estado de Hidalgo, reventó un ducto de hidrocarburo y empezó a sustraer, de una forma muy rudimentaria, la gasolina.
Tras unas dos horas, y pese a la presencia del Ejército que poco pudo hacer para controlar la tunda de centenares de personas que se acercaron a recoger gasolina, se registró una fuerte explosión.
Desde que llegó al poder el 1 de diciembre, López Obrador comenzó un combate frontal al robo de hidrocarburos a través de los ductos de la empresa estatal Pemex, que genera pérdidas millonarias para la compañía.
Para tal fin, se reforzó con miles de agentes la seguridad en los ductos y se transportó más gasolina con pipas (camiones cisterna), lo que ha causado una crisis de desabastecimiento en diez estados del país, con estaciones de servicio cerradas y compras de pánico.
