Cómo son los ‘súper pollos’ modificados genéticamente para evitar la próxima pandemia humana
Entre 2009 y 2010, el virus de la gripe aviar conocido como H1N1, se extendió como una pandemia y cobró la vida de medio millón de personas alrededor del mundo. La emergencia provocó que los negocios cerraran, la gente trabajara desde casa y que las medidas de higiene se extremaran. La visión de las calles vacías en varias ciudades del mundo evocó la escena de una película apocalíptica.
A casi una década del hecho, los científicos trabajan en una especie de “súper” pollos modificados genéticamente para evitar la próxima pandemia humana, en vista de que el hacinamiento y las condiciones en que viven las aves de consumo propician la expansión de virus como el H1N1.
El Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, en conjunto con el Imperial College de Londres, incubarán el primer pollo transgénico a finales de este año. Para ello, el ADN de las aves se alteró mediante una novedosa tecnología de edición de genes llamada CRISPR.
A través de CRISPR, los científicos eliminan partes de una proteína de la que se alimenta el virus de la gripe, a fin de hacer que las aves sean totalmente resistentes a la enfermedad.
La doctora Wendy Barclay, profesora de virología del Imperial College de Londres, dijo a la agencia Reuters que el objetivo es crear aves de corral genéticamente modificadas para que no puedan contraer la gripe y, en consecuencia, tampoco puedan transmitirla a los humanos que comen su carne.
Son las aves silvestres las portadoras de influenza y, a su vez, contagian a las aves de corral. Varios especialistas han advertido sobre la amenaza de que otras cepas del virus, potencialmente mortales, se contagien a los humanos, muten y se transmitan fácilmente entre las personas a través del aire, como ya ocurre con el H1N1. Este sería el origen, aseguran, de la siguiente pandemia.
“Si podemos evitar que el virus de la influenza pase de las aves silvestres a las gallinas, detendremos la próxima pandemia desde el origen”, aseguró Barclay.
La intención del equipo en el que participa Barclay es editar únicamente un gen presente en los pollos llamado APN32, que codifica la proteína de la que dependen todos los virus de gripe, con lo que las aves de corral serían totalmente inmunes. Por lo demás, el resto de los pollos quedaría genéticamente igual.
Barclay expresó la preocupación de los productores avícolas ante la reacción de los consumidores al saber que comen animales modificados genéticamente, pues aunque la gente ya come animales modificados durante décadas por métodos de reproducción tradicional, “pueden ponerse nerviosos sobre alimentarse de aves genéticamente editadas”, una condición que se suma a la preocupación por la contaminación con antibióticos y fármacos que ya ocurre en las granjas.
El Instituto Roslin se hizo famoso en 1996 al crear a la oveja Dolly.