Rafael Espinal: “Tengo una visión más amplia para lograr la equidad”
El concejal y aspirante a Defensor del Pueblo se ha convertido en una estrella política en ascenso luego de "devolver el baile a Nueva York"
Santa Echavarría no está muy al tanto de los políticos ni de las audiencias del Concejo Municipal, pero sí de las redes sociales, la mejor vía que ha encontrado para mantenerse conectada con su familia en República Dominicana, donde la noticia de que “finalmente un dominicano logró que se pueda volver a bailar en Nueva York” se multiplicó por toda la isla.
Este mes la dominicana se llevó la “sorpresa de su vida” cuando, en medio de su día de trabajo, el concejal y candidato a la Defensoría del Pueblo de Nueva York, Rafael Espinal, y promotor de la ley que exige la derogación total de la Ley de Cabaret de la Ciudad de Nueva York, un reglamento introducido en 1926 y que a menudo se denominaba racista, homófobo y autoritario por sus oponentes, apareció en el restaurante dominicano donde trabaja desde que llegó a Nueva York hace más de cuatro años.
“¡Es él!”, gritó la mesera desde el fondo del lugar, ubicado en la zona de Crown Heights, Brooklyn, parte del area de jurisdicción del concejal, que representa el Distrito 37, que además incluye, Bushwick, Brownsville, East New York y Cypress Hills. “Él siempre viene y saluda a todos, pero casualmente es la primera vez que lo puedo ver en persona y me emociona mucho porque es un dominicano que ha logrado avanzar”.
Y es que Espinal ha encontrado en las redes sociales otra forma de acercarse a sus constituyentes, donde además, impulsa su campaña en la lucha por convertirse en el nuevo defensor del pueblo de la Ciudad de Nueva York.
Pero, detrás de sus más de 6,000 seguidores en Instagram, decenas de videos, fotografías, historias y muchos “likes”, se esconde un ‘Millennial’ de 35 años que ha forjado una carrera desde las entrañas de una familia inmigrante dominicana que se instaló en Cypress Hill, una de las subsecciones de East New York, donde, desde fines de la década de 1950 y hasta hace pocos años, reportaba algunos de los índices de criminalidad más altos en Brooklyn.
“El barrio donde crecí tenía un apodo que era Killing Fields o Campos de la muerte debido a la criminalidad y la falta de oportunidades”, recordó Espinal. Fue este “trauma”, lo que, según explicó, “me impulsó a siempre pensar en cómo salir de ahí, a desear lograr mejores cosas”.
Ciertamente lo logró, apuntó el líder político mientras se come uno de sus platos favoritos: carne guisada, arroz con habichuelas y una cerveza Presidente. Sin duda alguna, la sangre dominicana corre por las venas de Espinal, quien divide su tiempo entre su familia, y su trabajo como líder político desde 2010, a la edad de 26 años, cuando aprovechó la oportunidad de servir como miembro de la Asamblea estatal.
“La primera vez que llegué a la casa y dije: mami, papi, yo voy a ser político, ellos quedaron como: aja, aja, sí claro”, bromeó el candidato. “Y no los culpo porque era cómo que no había un camino claro de cómo hacerlo, pero afortundamente logramos incluir a la comunidad y formar un movimiento que pudiera darle oportunidades a otros como nosotros”.
Listo para el reto
Su voz no se quebranta cuando habla de sus competidores. Tampoco los ataca. Sus palabras reflejan la pasión por su ciudad y su visión para el futuro.
“Mi visión va mucho más allá y eso es lo que me diferencia de los demás”, apuntó Espinal. “Yo creo que los candidatos hablan de cómo van a usar la oficina, cómo la van a reformar, o cómo van a arreglar a NYCHA, pero mi visión es mucho más amplia sobre la ciudad como un todo y cómo podemos hacer para crear un sistema equitativo que funcione para todos los neoyorquinos”.
En efecto, recalcó el candidato, su campaña es la única centrada en temas de medio ambiente y en racismo ambiental, un problemática que por años viene afectando en su mayoría comunidades de color que han sido cargadas con una cantidad desmedida de estaciones de transferencia de residuos, “trayendo contaminación, tráfico de camiones diesel y altos índices de asma”.
Para él, “Una ciudad habitable para todos”, el eslogan de su campaña, resume lo que será su trabajo si el próximo 26 de febrero logra los votos necesarios para ganar la contienda especial para la Defensoría del Pueblo.
“Creo que la acción progresiva está prosperando actualmente bajo estas inmensas presiones a las que nos enfrentamos, lo que nos brinda la oportunidad perfecta para nuevas ideas que nos llevarán hacia adelante y harán que nuestra ciudad sea más habitable” concluyó el candidato.