Liderando juntos
Nuestra ciudad enfrenta grandes desafíos que requieren un líder fuerte. Pero para que una líder sea efectiva y le cumpla a las personas que le han confiado para que los representen, los funcionarios electos deben ser informados por usted. Las personas deben tener una voz en el desarrollo de programas y políticas que tengan un impacto en sus vidas diarias. De eso estoy segura porque es yo cómo lidero y cómo respondo a las comunidades.
Durante mi servicio como miembro del Concejo y luego como Presidenta del Concejo de la Ciudad de Nueva York, la participación de la comunidad no solo fue una prioridad, fue un componente fundamental para lograr hacer cambio –tiene sentido común. Eso lo podemos ver en el éxito sin precedentes del Proyecto de Presupuesto Participativo, que abrió la puerta a miembros de la comunidad, de 11 años de edad en adelante, independientemente de su estatus migratorio, raza, género o condenas por delitos mayores, para opinar y votar sobre cómo gastar dinero público para mejorar sus vecindarios. Desde 2011, cuando presenté por primera vez el PP al Concejo junto con tres concejales, el proyecto ha crecido rápidamente, de los cuatro distritos participantes iniciales a 32. Hoy, el proyecto involucra a más de 4 millones de residentes de la ciudad, con más de $35 millones en fondos de capital disponibles para proyectos comunitarios. Es el proyecto de participación cívica más grande del país, uno que el New York Times ha llamado “civismo revolucionario en acción” y ahora ha servido como modelo para otras ciudades en el país.
Los avances realizados para reformar la justicia penal en nuestra ciudad también se deben al trabajo de muchas partes interesadas involucradas en la toma de decisiones. El proceso no consiste simplemente en hacer que las comunidades se sienten en la mesa, sino que tengan la capacidad de elegir sus opciones. Principal dentro de nuestros objetivos de reforma fue cerrar Rikers Island, el complejo de cárceles disfuncional e inhumano considerado durante mucho tiempo como una mancha para nuestra ciudad. Enfrentar el complicado proceso de imaginar cómo proceder, en particular cuando algunos funcionarios electos consideraron la tarea indiscutible, involucró a muchos neoyorquinos.
A petición mía, se creó la Comisión Independiente de Justicia Criminal y Reforma de Encarcelamiento de la Ciudad de Nueva York. Presidido por el ex juez principal del estado de Nueva York, Jonathan Lippman, esta reunió a más de dos docenas de expertos, incluidos políticos, defensores de la ley, académicos, judiciales, grupos de defensa, empresas y neoyorquinos previamente encarcelados. En abril de 2017, después de un año de deliberaciones, la Comisión presentó “Una ciudad más justa”, un plan para reducir la población en Rikers. Aunque su población ha disminuido algo, la recomendación de establecer cárceles comunitarias, para reducir aún más el número de detenidos y acercarlos a la familia y sus sistemas de apoyo, ha generado mucha controversia. Claramente, la alarma registrada por las comunidades afectadas se debe a la falta de transparencia y al bajo compromiso del Gobierno. Cuando las comunidades sienten que no están siendo escuchadas, no podemos avanzar.
En 2015, cuando el Concejo trató de abordar los efectos de la desigualdad de género, en particular en las mujeres jóvenes de color, lanzamos la Iniciativa de Mujeres Jóvenes. Una vez más, buscamos el consejo de los miembros de la comunidad e invitamos a los expertos en estos temas, un grupo diverso de mujeres de 18 a 24 años, para estudiar la naturaleza y el alcance de las inequidades y su impacto en su bienestar económico, cívico y social. YWI, por sus siglas en inglés, tuvo la tarea de identificar apoyos y servicios para ayudar a las jóvenes de color a tener éxito, y publicó un informe con más de 100 recomendaciones. El Concejo Municipal comprometió $10 millones, combinados con fondos filantrópicos, para implementar sus recomendaciones en el transcurso de dos años.
No importa qué desafío enfrentemos como Ciudad, nuestros esfuerzos no tendrán éxito a menos que ustedes estén involucrados. Me postulo para Defensora del Pueblo, la única oficina de la ciudad que representa y responde directamente a cada uno de ustedes. Como Defensora del Pueblo, tendrás mi oído y mi voz. Estableceré una división de Participación en la Comunidad para atraer líderes y defensores comunitarios y a cualquier residente interesado para que me informe sobre mi trabajo y me ayude a servirle mejor.
Vaya a las urnas el 26 de febrero y emita su voto. Necesito su apoyo para ser su próxima Defensora del Pueblo.
-Melissa Mark-Viverito es candidata a la Defensoría del Pueblo y expresidenta del Concejo Municipal.