Kim y Trump cenan juntos, hablan de armas nucleares, pero impiden acceso a toda la prensa

Al presidente de EEUU le incomodaron preguntas de algunos periodistas

Los líderes tuvieron una reunión previa a su cena.

Los líderes tuvieron una reunión previa a su cena. Crédito: Chung Sung-Jun/Getty Images

El líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente Donald Trump cenaron en Hanói en un ambiente íntimo y distendido al inicio de su segunda cumbre, destinada a seguir reforzando lazos y a impulsar el diálogo sobre desnuclearización.

Sin embargo, la Casa Blanca impidió a varios periodistas acceder al inicio de la cena, después de que esos mismos reporteros hicieran preguntas al mandatario estadounidense al comienzo de la cumbre en Hanói.

“(La portavoz de la Casa Blanca) Sarah Sanders nos informó hace poco de que no iban a dejar entrar (en la cena) a ningún periodista de un medio impreso debido a temas sensibles relacionados con las preguntas que se hicieron a gritos en los anteriores actos” de la cumbre, explicó Vivian Salama, periodista del Wall Street Journal.

“Pero cuando nuestros colegas fotógrafos empezaron a protestar junto a nosotros, decidieron permitir que entrara uno de nosotros”, agregó en un correo electrónico enviado al resto de corresponsales ante la Casa Blanca.

Salama era una de los trece reporteros acreditados hoy por el lado estadounidense, y la encargada de escribir los informes conocidos como “pool reports”, de los que dependen miles de periodistas para recibir información sobre los actos de Trump con cobertura restringida.

Aunque ella pudo entrar finalmente a la cena y enviar su informe, los periodistas de las agencias AP, Reuters y Bloomberg se quedaron fuera del acto.

Los mandatario se sentaron el uno al lado del otro en la cena –no frente a frente, como en su primera cumbre de Singapur– alrededor de una pequeña mesa redonda dispuesta para ellos y sus acompañantes en el Hotel Metropole de la capital vietnamita.

A su lado se sentaron sus respectivas traductoras y los cuatro asesores que participaron en la cena.

Por parte de EEUU se han sentado a la mesa el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, mientras que el canciller, Ri Yong-ho, y el principal responsable de inteligencia de Pionyang, Kim Yong-chol, han integrado la comitiva norcoreana.

“Nada como disfrutar de una agradable cena privada”, ha dicho un sonriente Trump al inicio de la comida, cuando ha preguntado a los periodistas presentes si lo estaban “pasando bien”.

Trump añadió que “seguramente sea una cena muy rápida” porque mañana, segundo día de la cumbre en la que están previstas las reuniones de trabajo, “será un día muy ajetreado”.

Kim, también sonriente, aseguró que ambos van “a mantener un diálogo muy interesante” y que espera que ello conduzca a una “situación extraordinaria”.

Los dos mandatarios han empezado su segunda cumbre con un breve careo de unos 20 minutos en los que se han mostrado optimistas con respecto a los resultados que arrojará esta reunión, que se celebra ocho meses después de su primer encuentro en Singapur, donde ambos países acordaron trabajar para la desnuclearización de Corea del Norte.

Se espera que esta nueva cita sirva para cosechar mejoras en este proceso, que apenas ha mostrado avances debido a la falta de una hoja de ruta.

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