La música se convierte en eslabón solidario para los indocumentados en EEUU

El mexicano Oskar Ayón ha logrado durante una década producir conciertos gratuitos de grandes artistas, como El Dasa o Chiquis Rivera, a favor de las personas de bajos recursos e indocumentados

El venezolano Edward Mena trae de regreso la canción romántica y se consagra como uno de los mejores intérpretes contemporáneos.

El venezolano Edward Mena trae de regreso la canción romántica y se consagra como uno de los mejores intérpretes contemporáneos. Crédito: Pixzabay

El mexicano Oskar Ayón se aventuró a buscar ayuda a través de la música para inmigrantes de escasos recursos y el plan resultó efectivo, al punto que ya son más de 60.000 personas favorecidas en el sur de California y ahora busca que la iniciativa se extienda al resto de Estados Unidos.

A través de su organización, “Unidos por la Música“, Ayón ha logrado durante una década producir conciertos gratuitos de grandes artistas, como El Dasa o Chiquis Rivera, a favor de las personas de bajos recursos e indocumentados, además de ofrecer clases de música y programas para finalizar los estudios escolares.

“Queremos empoderar a otros activistas, especialmente los jóvenes, a que tomen este modelo de solidaridad y lo implementen en sus comunidades”, dijo Ayón, fundador y presidente de Unidos por la Música.

El líder de la organización, de 36 años y que trabajó coordinando giras internacionales de artistas como Christian Chávez, sabe que convencer a cantantes y artistas para que presten su imagen o den un concierto gratis puede resultar una tarea titánica, ya que “no todos están dispuestos a hacerlo”.

Su labor no sólo consiste en conseguir y comprometer al artista, sino a los patrocinadores que deben aportar los recursos económicos para sacar adelante un determinado proyecto. El reto resulta aún más complicado cuando las comunidades están alejadas de las grandes urbes.

Ayón ha encontrado que una gran cantidad de inmigrantes, especialmente los indocumentados, se quedan estancados en estas comunidades, lejos de las ayudas económicas, legales y educativas que se pueden encontrar en ciudades como Los Ángeles.

Actualmente, la organización tiene dos sedes, una en la ciudad de Ontario y la otra San Bernardino. Ambas pertenecen a Inland Empire, que en 2013 encabezó la lista de las 25 comunidades con mayor pobreza en el país, según un reporte del Censo de Estados Unidos, y aunque en la actualidad esos índices han bajado sigue estando entre las más pobres de California.

Ayón, oriundo del estado mexicano de Guadalajara, entiende las barreras que tienen que superar los migrantes, dado que llegó a Los Ángeles a los 13 años y junto a sus ocho hermanos y su mamá tuvieron que iniciar una vida desde cero.

“Fueron las manos amigas que nos ayudaron en esos momentos las que hicieron una diferencia y marcaron nuestro futuro”, explicó el joven, que cursa un doctorado.

Con esa filosofía es que Ayón ha podido convencer a cantantes como el Dasa, Chiquis Rivera, Larry Hernández, entre otros, a que se unan a su causa.

“Para muchos de los asistentes a un evento de nosotros es el primero concierto que asisten en sus vidas, es la primera vez que pueden conocer a alguien famoso y verse inspirados en que se puede lograr ese sueño”, explicó Ayón.

Unidos por la Música provee además consejería a los padres y estudiantes para ir a la universidad, recursos para el cuidado de la salud y un banco de comida. Los jóvenes beneficiados por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) son beneficiados con becas estudiantiles.

Aunque aún hay mucho por hacer en las comunidades californiana, Ayón ahora quiere extender el llamado a otros activistas para que adopten el modelo y lo implementen en otras regiones.

“La música es como el pegamento entre las personas, tenemos que utilizarla para unirnos y salir adelante”, aseveró.


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