¿Horas extra? No para todos
La Administración Trump rebaja sustancialmente la propuesta de Obama de pagar el horario real de trabajo
El departamento de Trabajo ha propuesto ampliar el número de personas que pueden tener derecho a recibir pago por horas extraordinarias, es decir, más de 40 a la semana.
Es posible que la línea que acaba de leer la haya leído antes porque se ha escrito varias veces en los últimos cuatro años. Es el tiempo que ha pasado desde que se hizo la primera propuesta sobre la fórmula para elevar el número de personas que tienen derecho a cobrar más cuando excede de su horario laboral. El problema para los políticos es determinar cuántos trabajadores más las cobran.
De acuerdo a la última propuesta, hecha por la Administración de Donald Trump, serían aproximadamente 1,2 millones de personas más. El departamento de Trabajo liderado por Alexander Acosta, ha propuesto que sean pagadas estas horas a quienes ganen un máximo de $679 a la semana — unos $35,308 anuales–. Es apenas $10,000 más que el umbral de la pobreza para una familia de cuatro personas con un solo ingreso.
Según la legislación vigente, Fair Labor Standard Act (FLSA ), las horas extras se pagan con un salario que es equivalente a hora y media de horario regular. Si se ganan $20 a la hora, a partir de 41 de ellas trabajadas a la semana se cobrarían $30 por hora.
Actualmente, y según lo dispuesto en 2004, tienen derecho a esta paga los empleados que cobran $455 a la semana o 23,660 anualmente. La Administración quiere que en la nueva propuesta se contemple además una revisión periódica de este umbral para determinar quienes pueden optar a estos cobros.
Cuando Barack Obama era presidente se elevó el umbral mínimo de ingresos hasta $47,476 anuales y se llegaba a los $50,000 en años sucesivos. Aproximadamente 4.2 millones de asalariados se iban a beneficiar de esta paga reforzada. El problema es que aunque había consenso sobre la actualización no lo hubo en cuanto la cifra. Los empresarios se pusieron en contra de esta regulación y 21 estados controlados por el partido Republicano demandaron a la Administración para que no entrara en efecto la ley en 2016 como estaba previsto.
En 2017 y después de suspender temporalmente la medida, finalmente se anuló la decisión del departamento de Trabajo porque un juez determinó que no tenía autoridad para un cambio tan significativo.
Si las horas extras se hubieran indexado a la inflación actualmente el umbral de ingresos estaría por encima de ambas propuestas. Según el National Employment Law Project (NELP) en los años setenta más del 65% de los trabajadores cobraban horas extra, ahora solo el 7%. Desde esta organización de análisis se calcula que con los años cada vez menos personas con salarios más bajos van a tener derecho a cobrar por todas las horas que trabajan.