“Jon Snow” necesitó ayuda psicológica en pleno auge de “Game of Thrones”
Kit Harington pagó un precio muy caro por su popularidad
El papel de Jon Snow es el trabajo con el que sueña cualquier joven actor: una oportunidad única para convertirse de la noche a la mañana en uno de los rostros más reconocidos -y ricos- de la pequeña pantalla al mismo tiempo que se recibe el reconocimiento de la crítica. Sin embargo, como dice el viejo dicho, hay que tener mucho cuidado con lo que se desea, porque en su caso Kit Harington pagó un precio muy caro por su popularidad como uno de los principales protagonistas de Game of Thrones.
En su caso, el sueño pasó a convertirse en su peor pesadilla tras el final de la quinta temporada, cuando el destino de su personaje quedó completamente en el aire y el mundo entero parecía haberse propuesto sonsacarle qué le había sucedido realmente.
“Al dejar un programa de televisión en un suspense total, y en aquel entonces la serie estaba probablemente alcanzando la cumbre de su popularidad, la presión a la que te ves sometido es brutal. La gente te grita por la calle: ‘¿Estás muerto?’. Al mismo tiempo tienes que mantener las apariencias… Todas tus neurosis -y créeme, yo soy tan neurótico como cualquier otro actor- se intensifican con esos niveles de atención”, explica el intérprete en una nueva entrevista a Variety.
Kit Harington compara esa experiencia con el punto álgido de una fiesta: pese a ser el más divertido de la noche, al mismo tiempo también es el momento en que los asistentes se dan cuenta de que a partir de ahí todo irá a peor y se preguntan qué sentido tiene quedarse el resto de la velada.
“No se trataba de una buena etapa en mi vida. Yo sabía que debía sentirme la persona más afortunada del mundo cuando, en realidad, me sentía más vulnerable que nunca antes. En aquella época mi vida era un poco inestable, como le sucede a mucha gente a los veintitantos. Fue entonces cuando comencé a ir a terapia y a hablar con otras personas. No me sentía seguro y me había cerrado en banda. Debía sentirme muy agradecido por todo, pero en realidad lo único que podía pensar era si era capaz siquiera de actuar”, recuerda acerca de los motivos que le llevaron a buscar ayuda profesional.