La controversia por cómo el papa Francisco evitó que fieles le besaran la mano (y su sorprendente causa)
Besar el Anillo del Pescador como símbolo del poder papal es una tradición centenaria para los católicos
Parecía una ceremonia de recepción de un día cualquiera: el papa Francisco saludaba a decenas de fieles fervorosos que llegaban a inclinarse y besar la mano del Sumo Pontífice.
Besar el anillo del Pescador, símbolo del poder papal, es una tradición centenaria para los católicos desde que los obispos de Roma prohibieron que les siguieran besando los pies.
Y para decenas de católicos que llegaron hasta la ciudad de Loreto en Italia para ver a su líder espiritual no era la excepción.
Pero algo comenzó a ir mal en el saludo papal el pasado lunes.
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Con una media sonrisa inmutable, Francisco comenzó a quitar bruscamente su mano para que los fieles no la besaran. A algunos, incluso, los apartó disimuladamente para que siguieran su rumbo.
El desconcierto comenzó a notarse entre los rechazados.
Muchos no sabían cómo reaccionar: algunos se quedaban parados, otros se apartaban rápidamente. Hubo quien se llegó a besar sus propias manos, por accidente.
El video de casi un minuto se hizo viral. Y, también, los rumores sobre sus posibles causas.
Las teorías
Algunos dijeron que quizás se trataba de que el Papa estuviera apurado y quería terminar rápido con los saludos.
Otros alegaron que quizás Francisco rechazaba que le besaran las manos como gesto de su conocida humildad.
Unos fueron más lejos y lo cuestionaron por intentar romper una larga tradición de siglos de la Iglesia.
Y es que el anillo papal, usado en el dedo anular de la mano derecha, es el símbolo por excelencia de la autoridad de un pontífice: besarlo se considera una marca de respeto y obediencia.
Tan pronto como un Papa muere, el anillo se destruye inmediatamente para indicar el final de su reinado. Los restos se usan para hacer el anillo del siguiente Papa.
No es el caso de Francisco, que sucedió a Benedicto (quien renunció y no falleció). Por eso se “anuló” el anillo del alemán y se forjó uno nuevo al argentino.
Pero a tal punto llegaron los comentarios, las críticas y teorías en los medios y en las redes sociales sobre lo que sucedió el lunes que el Vaticano tuvo que salir este jueves a dar explicaciones.
Las causas oficiales fueron más allá de todas las hipótesis.
Las razones del Papa
El portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, comentó que, en realidad, Francisco solo estaba preocupado por los gérmenes.
Básicamente, explicó que el Papa retiró la mano de los besos por una “simple cuestión de higiene”.
Y es que, según Gisotti, con tanta gente haciendo cola para saludarlo, el pontífice temía que su anillo se volviera un foco para las bacterias.
Aclaró que al Papa “le gusta abrazar y ser abrazado por las personas” y que se siente feliz de que le besen el anillo… en pequeños grupos.
Sin embargo, una versión extendida del video publicada por el Vaticano muestra que un poco antes Francisco permitió a muchas personas que le besaran la mano sin protestar.
Y un día después, también se le vio permitiendo a monjas y sacerdotes besarle el anillo durante su audiencia general en la Ciudad del Vaticano.
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