Leyenda de la mafia italiana cuenta secretos del crimen en Nueva York a los 102 años de edad

John "Sonny" Franzese pertenece a la "familia" Colombo de La Costa Nostra y fue el prisionero federal más viejo en EEUU

Parte de su grueso expediente

Parte de su grueso expediente Crédito: CAPTURA Newsday

John “Sonny” Franzese tiene muchas historias que contar.

Fue jefe de los Colombo, una de las cinco “familias” de La Cosa Nostra siciliana en Nueva York, aparte de Bonanno, Genovese, Luchese y Gambino. A pesar de ser entidades separadas, los miembros de esta organización colaboran entre ellos en actividades criminales.

El jefe de los “Gambino, Francesco “Franky Boy” Cali, fue acribillado el pasado 13 de marzo frente a su casa en Staten Island.

Desde 1985 un jefe de la mafia de Nueva York no había sido asesinado, cuando John Gotti ordenó ejecutar al entonces jefe de los Gambino, Paul Castellano, en un restaurante de Midtown.

John Gotti llamó a Franzese “un tipo duro y áspero” por su negativa a delatar a otros.

Franzese es la encarnación viviente de la última regla de la mafia: se jactó en una entrevista sobre el hecho de rehusarse a delatar a otros y ello lo convirtió en el prisionero federal de más edad en EEUU, cuando cumplió un siglo de vida.

Nació en Nápoles (Italia), ahora tiene 102 años -alguno dicen que son 100- y vive en un asilo de ancianos. Hablando por primera vez desde su salida de la cárcel en junio de 2017, Franzese se jactó de su discreción. “Jesucristo sufrió”, dijo a Newsday. “No delató a nadie”.

“Ganó mucho respeto porque (…) nunca entregó a nadie”, admitió el fallecido Bernard Welsh, un agente del FBI que arrestó a Franzese por violar la libertad condicional.

Pero su familia vio la vida de otra manera. Su hijo John Jr. (58) dio evidencia contra los Colombos y lo envió de regreso a la cárcel cuando tenía 93 años. “No sé qué le sucedió”, dijo el anciano mafioso sobre su hijo que ingresó en la protección de testigos federales.

“Me rompió el corazón. Él sería el último chico que pensé que haría eso. Pero lo hizo”.

Esa vez, en 2010, fue sentenciado a ocho años más después de haber sido declarado culpable de extorsión de clubes de striptease, como “Hustler” y “Penthouse” en Manhattan, en parte denunciado por su hijo.

Franzese, quien ahora tiene un marcapasos, audífonos para escuchar y una fractura en la cadera, desde la década de 1960 fue un potencial nuevo jefe de los Colombo.

Fue vinculado por la policía a multimillonarias apuestas, préstamos y trampas de extorsión, e incluso fue grabado en una cinta donde aparentemente aludió a los múltiples asesinatos que cometió.

“Maté a muchos chicos … no estás hablando de cuatro, cinco, seis, 10”, dijo supuestamente en una conversación en diciembre de 2006 grabada en secreto por un miembro de la mafia.

Franzese no pareció tímido en su entrevista sobre su papel en el crimen. “Lo que hicimos en Nueva York es increíble”, dijo a Newsday. “No era un chico que tuviera miedo, ya sabes. No lo olvides, peleé con todos. Yo era un buen soldado”, admitió.

También está orgulloso de sus amigos célebres. “Los conocía a todos”, dijo cuando se le preguntó acerca de The Rat Pack, Dionne Warwick y Frank Sinatra.

“Hiciste la pregunta de manera incorrecta. Deberías haber preguntado: “¿Conocía Frank Sinatra a Sonny Franzese?”

Sin embargo, insiste en que un grupo de cargos en la década de 1960, incluido el homicidio de un asesino a sueldo en Long Island, fue una “conspiración para atraparme”. “No hay duda al respecto”, insistió en 2019.

Superó todos los casos, excepto uno de conspiración para robar bancos alrededor del país y fue condenado a 50 años de prisión.

“Nunca sucedió”, Franzese insistió a Newsday. “No está bien para algo que nunca había hecho”.

Fue a la cárcel en la Semana Santa de 1970 y prometió cumplir la sentencia porque “no quería delatar a nadie”.

Después de ser puesto en libertad condicional en 1978, regresó a la cárcel cinco veces más, ya que violaba repetidamente la ley al asociarse con compañeros mafiosos.

A pesar de haber pasado más de un tercio de su vida en la cárcel, insiste: “Odio todo al respecto” del sistema judicial.

“Me reuniré con ellos en el infierno”, dijo sobre los fiscales y jueces que lo enviaron a prisión, insistiendo: “Nunca lastimé a nadie que fuera inocente”.

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