El “bebé Trump” sobrevuela la frontera para expresar el malestar de los residentes del lugar
Algunos manifestantes calificaron las políticas del presidente como un "berrinche" infantil
Un globo que presenta como bebé al presidente, Donald Trump, sobrevoló a unos pasos de la barda que divide Calexico (California) y México, a escasas millas de donde el mandatario ofreció su discurso este viernes durante su breve estancia en la zona.
En esta ciudad, con un 85 % hispano de toda su población, la visita de Trump generó gran expectativa entre simpatizantes y detractores, y es porque muchos de los residentes no recuerdan la última vez que un presidente del país estuvo en esta comunidad.
“Posiblemente desde Reagan”, trata de adivinar una manifestante.
El peculiar globo expresaba el malestar de muchos lugareños que habitualmente cruzan la frontera y no perdonan la intención del mandatario de cerrar este paso, algo que, reiteró hoy Trump, lo hará de ser necesario.
Maritza Hurtado, exalcaldesa de Calexico, indicó que fue precisamente dicha amenaza lo que los motivó a manifestarse. “Necesitamos que nos escuche. Ya fue suficiente”, expresó.
El supuesto cierre mantiene en vilo a esta ciudad, cuya economía depende en gran parte del comercio y turismo que llega desde el vecino país.
Es por ello que muchos salieron a las calles, pues dicen que las autoridades deben comprender que “hay gente que vive dentro de esa conversación”.
“Cuando escuché de la amenaza de cerrar esta frontera, supe que teníamos que luchar”, agregó Hurtado ante decenas de manifestantes reunidos en el estacionamiento de un centro comercial, a pocos pasos de la barda fronteriza que horas más tarde fue recorrida por el presidente.
Trump ya ha reculado y dio un año al gobierno de México para frenar el tráfico de drogas que llega a la frontera, o de lo contrario, amenazó, impondrá aranceles.
“No tiene sentido cerrar una frontera, por el flujo de dinero más que nada. El impacto económico sería demasiado grande”, comentó Alicia Smith, residente de El Centro, California, donde estuvo Trump este viernes.
“Lo que son las ciudades de Calexico y Mexicali (México) no viven una sin la otra”, consideró Smith.
La presencia del “Bebé Trump” atrajo a decenas de curiosos que no dejaron pasar la oportunidad de tomarse una foto de recuerdo.
William Johnson, activista de la organización Backbone San Diego, responsable de llevar el ya conocido “inflable” de grandes dimensiones, señaló que se trata de una respuesta al comportamiento del mandatario.
“(El presidente) es un niño en lo que respecta a sus políticas“, dijo a Efe Johnson refiriéndose a la insistencia de Trump en cerrar la frontera con México, postura que calificó como “un berrinche“.
“Siento que este bebé debería seguirlo a donde quiera que vaya, para recordarle que debe dejar de comportarse como un niño”, agregó el activista.
Una señora se hizo eco con un cartel rotulado: “A este niño le faltó la chancla“, mostraba la mujer.
Durante una visita a El Centro, Trump dijo hoy que el país “no puede aceptar” a más solicitantes de asilo porque “está lleno”, e insinuó que México debería deportar a los indocumentados que lleguen a la frontera común para pedir refugio en territorio nacional.
En octubre pasado, el Gobierno completó la instalación de poco más de dos millas de la nueva valla fronteriza, de 30 pies (9 metros) de altura, más del doble que la anterior.
Recientemente, esta cerca fue reforzada con alambre de púas, tanto en la cima como en la parte baja, para prevenir escaladas de los migrantes.
Para los residentes, sin embargo, estas medidas no son necesarias.
“No estoy de acuerdo con los muros, de todas formas, la gente sigue cruzando“, mencionó Diana Sánchez, de la vecina ciudad de El Centro.
“Están exagerando, esto es muy tranquilo”, apuntó.
Tras esperar bajo el sol durante casi tres horas y luego de una manifestación pacífica, la exalcaldesa Hurtado avisó por altavoz que el presidente había cambiado de ruta, por lo que no pasaría frente a la calle donde lo esperaban, tanto sus simpatizantes como detractores, y por tanto tampoco se encontraría “cara a cara” con el “Baby Trump“.
Esto generó decepción de todos los esperaban al presidente.
Uno de los curiosos, que estacionó su camioneta frente al globo, escuchaba a todo volumen las noticias en la radio local, ávido por saber más sobre esta visita.
En dicha radio, una voz femenina expresaba su emoción por tan solo haber visto el avión presidencial.