Acusan a un niño de 11 años de matar a tiros a sus padres adoptivos
El caso de la muerte a tiros de James y Lizette Eckert resonó en pequeño pueblo de Alton, en New Hampshire a mediados del mes de marzo. La información que se hizo pública entonces fue que un niño de 11 años estaba acusado como autor del crimen. En ese momento no se reveló la identidad del menor pero el pastor de la familia desveló que había sido uno de los hijos adoptivos del matrimonio.
El pastor de la familia Eckert -asidua al culto- contó al medio NBC10 que el menor sospecho era uno de los dos hijos que el matrimonio había adoptado en 2010. El reverendo Sam Hollo, también amigo de James, dijo que la pareja había adoptado a los dos niños en un orfanato de Rusia, cuando todavía eran bebés.
De acuerdo con la información de la agencia de adopción KidsFirst Adoption -con sede en Indiana- el matrimonió Eckert dejó de informar sobre el crecimiento de los niños a los tres años de adoptarlos, pese a que Rusia exige por ley actualizaciones anuales.
Tanto los dos niños adoptados como la hija biológica de los Eckert recibían en casa su formación escolar. James y Lizette, ambos quiroprácticos de profesión, tenían un largo historial de problemas financieros, según la información publicada por The Bostom Globe. Como parte de la educación en casa, los hermanos Eckert estudiaban la biblia y criaban animales de granja en una propiedad en la que no había tele.
La autopsia reveló que ambos murieron de una sola bala. La policía encontró el cuerpo sin vida de Lizette cuando llegó a la casa y James murió poco después en el hospital. Por su parte, el niño de 11 años se encuentra bajo custodia, acusado de asesinato de segundo grado por la ley juvenil de New Hampshire.