Editorial: Un legado nefasto
Nielsen aplicó la política migratoria de cero tolerancia de Trump
Nadie va a derramar una lágrima por la salida de la secretaria del Departamento de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen. Lo irónico es que su despido haya sido por no ser lo suficientemente severa.
La política del presidente Donald Trump ante el dilema de la inmigración es un fracaso cargado de crueldad. El mandatario, fiel a su manera de ser, busca un chivo expiatorio y redobla su apuesta.
El fracaso es la política elegida para lidiar con el tema. La estrategia de causar el mayor sufrimiento posible a las familias que arriban, separando a los padres de sus hijos era para desalentar a los próximos inmigrantes.
Fue una perversidad castigar a unos para evitar la llegada de otros. El viernes pasado la administración dijo que le tomará dos años determinar cuáles de los 47,000 menores de edad detenidos entre julio de 2017 y junio de 2018, fueron separados de sus padres. Muchos niños están perdidos en una burocracia que nunca fue preparada para esto.
Nielsen fue muy eficiente en llevar a cabo esa política a sabiendas del sufrimiento traumático para los menores. Ella defendió las acciones hasta el punto de engañar al Congreso sobre las deliberaciones que condujeron a las separaciones.
Por un lado, los tribunales prohibieron las separaciones. Por el otro, la amenaza por falta de seguridad en sus países de origen para estas familias demostró ser más fuerte que la perspectiva de ser separados al ingreso de Estados Unidos. No obstante Trump quiere continuar en este camino.
Según reportes, Nielsen se opuso a la insistencia del Presidente de continuar con las separaciones familiares. Trump la responsabilizó de que que los inmigrantes siguieran llegando a la frontera como si la funcionaria pudiera tener algún impacto en lo que ocurre en Centroamérica.
Es la administración la que puede hacer algo en la región, pero Trump decidió cancelar una estrategia a largo plazo de ayuda económica a los integrantes del Triángulo del Norte. En El Salvador se reporta que esos fondos ayudan a reducir la tasa de homicidios y la emigración. Pero para Trump, ellos no hacen lo suficiente.
El reemplazante de Nielsen, Kevin McAleenan, proviene del área a cargo dentro de Seguridad Interna. Habrá que ver qué significa ser más duro de lo que se ha sido hasta ahora dentro de los márgenes de la ley.
Mientras tanto, es otro funcionario más a cargo de un ministerio a falta de titular y Nielsen es la 16ta. persona del entorno presidencial que renuncia o es despedida. Un récord histórico de inestabilidad presidencial.
El Presidente y su asesor Stephen Miller, se resisten a reconocer que la crisis humanitaria que hoy existe en la frontera es su responsabilidad. La falta de visión para un desafío complejo y la respuesta exclusiva con acciones punitivas garantizan una perduración del problema por más que Trump se enoje y patalee.