Por qué imponer tarifas de importación a autos mexicanos le costará más caro a los compradores americanos
Así como el muro de Trump, los mexicanos no pagarán por las tarifas a autos importados
Tal vez ya perdiste la cuenta de cuántas veces el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con cerrar la frontera, hacer que México pague por su muro e imponer tarifas a autos provenientes del país latinoamericano vecino.
Sin embargo, el mandatario lo volvió a hacer, y aún no descarta la posibilidad de cerrar el muro o cobrarle a México por no detener el flujo de drogas y migrantes con tarifas en sus autos.
Aunque ya se advirtió que al cerrar el muro con México muchas marcas de autos en EEUU se verán obligadas a clausurar sus fábricas, debido a que EEUU depende mucho de la importación de autopartes, todavía no se discute a fondo el tema de las consecuencias económicas que traería las tarifas a autos mexicanos.
Según una opinión de Jonathan Smoke, quien contribuye a el diario The Hill, los fabricantes de autos en EEUU dependen fuertemente de las ensambladoras de México, y de imponerse una tarifa de hasta el 25% por auto importado del país azteca, como lo ha propuesto Trump, los únicos que terminaría pagando por esos importes serían los compradores de autos americanos.
¿Por qué? Simple, a diferencia de la Unión Europea o China, México no produce autos, es decir, el país latino no importa marcas mexicanas a EEUU. En México se ensamblan los autos de marcas americanas o extranjeras, para luego ser vendidos en EEUU.
En el 2018, México ensambló 2.5 millones de vehículos que fueron vendidos en EEUU. De esos autos, 57% fueron pertenecientes de marcas domésticas: General Motors, Ford, Buick, etc.
El porcentaje restante de autos ensamblados en México son pertenecientes a marcas internacionales, como Toyota, Nissan y Honda. Pero estos también son comercializados en EEUU.
Por lo que al imponer una tarifa o arancel en autos importados de México, Trump básicamente estaría cobrando un impuesto adicional a sus ciudadanos, no a los mexicanos.
Actualmente se impone una tarifa de 10 por ciento a los autos importados, lo que vuelve sana la competencia con los autos de construcción nacional, sin embargo, el aumento tarifario causaría por ejemplo, un aumento de más de $9 mil dólares en el Mercedes-Benz GLC.