Inmigrante indocumentado ingresado en Hospital NYU será repatriado a México

La familia de Gabino Cárdenas, quien sufrió un derrame cerebral, enfrentó una polémica migratoria con el centro médico neoyorquino

Gabino Cárdenas Macías sufrió un derrame cerebral el 8 de marzo, y está en el hospital NYU Langone.

Gabino Cárdenas Macías sufrió un derrame cerebral el 8 de marzo, y está en el hospital NYU Langone.  Crédito: Suministrada

El Hospital NYU Langone programó para este viernes la repatriación a México de un inmigrante indocumentado quien lleva más de un mes internado debido a un derrame cerebral que deterioró bastante su salud.

Una vocera del centro médico indicó que el traslado de Gabino Cárdenas, de 60 años, se organizó junto a las autoridades del Consulado de México. “Nosotros estamos coordinando nuestros esfuerzos con el Consulado de Mexicano para transferir de forma segura al paciente a una instalación apropiada en México donde pueda reunirse con su esposa”, indicó la fuente.

No obstante, el Hospital NYU Langone declinó proporcionar detalles de cómo se hará efectivo el traslado, que inicialmente había sido programado para el 19 de abril.

La hija de Cárdenas, Lucía, indicó vía electrónica a El Diario que en teoría, su padre será acompañado por un equipo de médicos para garantizar su estabilidad. “Lo acompañará personal del hospital y cuando llegue al aeropuerto de la Ciudad de México se trasladará en ambulancia hasta el centro que ellos determinaron de acuerdo a la localidad donde vive mi mamá”, indicó.

Se prevé que el paciente salga a las 6:00 a.m. del hospital ubicado en Manhattan, acompañado de un enfermero, en ambulancia. El vuelo saldrá del aeropuerto de Newark, en Nueva Jersey,  y al llegar a México será evaluado por un médico para determinar su condición y qué tipo de tratamiento debe seguir.

Protagonista de polémica migratoria

Este caso cobró relevancia ya que sus familiares en Nueva York denunciaron que un médico del hospital le dijo a la esposa del paciente, María Félix Cesareo Ramírez, que dada la condición de inmigrante indocumentado y por carecer de seguro médico, Cárdenas sería puesto a las órdenes de ICE y eventualmente deportado.

El Hospital NYU Langone negó que el médico haya hecho tales declaraciones y aseguró que estaban trabajando de forma coordinada con las autoridades consulares para salvaguardar la condición del paciente, independientemente de su estatus migratorio.

El vocero del Consulado de México, Carlos Izzo, en su oportunidad se limitó a informar que la dependencia “está puntualmente velando por el bienestar y la defensa de los intereses de nuestro connacional”.

¿El retorno vs la salud?

Cárdenas sufrió un derrame cerebral el 8 de marzo, justo cuando realizaba los trámites para volver a su país de forma voluntaria después de 20 años de vivir en la ciudad de Nueva York y trabajar en diversas áreas, más recientemente en la construcción.

Su esposa, quien vive en Acambay, Estado de México, contó vía telefónica a El Diario que la salud de Cárdenas se deterioró en el último año, después de que fuera despedido de su trabajo. Fue internado de emergencia por sus parientes con los que ha vivido y le han apoyado en este difícil período.

Debido a la polémica con el hospital, los familiares buscaron apoyo de la Red de Pueblos Transnacionales. Los activistas ejercieron presión para que se protegieran los derechos del paciente.

El 29 de marzo, Cárdenas fue trasladado a la clínica de rehabilitación Rusk Rehabilitation (NYU Langone Orthopedic Hospital) donde ha permanecido. Su hija explicó que el servicio social del hospital le otorgó un seguro médico, gracias al cual fue atendido allí. “Por el momento su reacción es poca, a veces tiene días buenos y otros malos, ya camina y se ve un poco mejor pero todavía no habla”, comentó.

“Ayer lo puse a leer mi nombre y su nombre y sí lo hizo”, dijo contento Luis Cesareo, cuñado de Gabino, quien ha estado visitándolo constantemente.

Al conocer el inminente desenlace de esta etapa de la vida de Cárdenas, uno de los miembros de la Red de Pueblos Transnacionales reflexionó sobre el impacto de historias como esta en la comunidad inmigrante.

“Mientras que la Ciudad de Nueva York se presume como ‘santuario’ donde los programas de salud se supone son de libre acceso independientemente del estatus migratorio, estas historias nos demuestran que en realidad no es así, ya sea por su costo, ya sea porque se prioriza volver a las personas que por su recuperación, es evidente que hay fuertes formas de discriminación sobre los que menos tienen, los inmigrantes”, dijo Marco Castillo.

Añadió que desde una perspectiva de derechos, la salud debe estar completamente desvinculada de la amenaza del retorno y de la posibilidad del retorno forzado que es la deportación, lo mismo que sucede con el derecho al empleo y el derecho a la familia. “Estas historias atemorizan a la gente a acceder a los servicios de salud y luego da mucho miedo ir a curarse y eso hace responsable a la ciudad de las consecuencias que puedan generar estas prácticas”, puntualizó.

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