Nulo avance en rebajar el riesgo de muerte de los trabajadores latinos
En 2017 aumentaron los fallecidos de esta comunidad
En una sola semana de abril han muerto tres trabajadores de la construcción en Nueva York. Gregory Echevarría, Nelson Salinas y Erick Mendoza. Es tan lamentable como estadísticamente probable ya que los latinos y los inmigrantes siguen siendo los que más riesgo tienen de sufrir accidentes con resultado de muerte mientras trabajan.
Las estadísticas que maneja la federación sindical AFL-CIO en materia de seguridad en el trabajo muestra a esta particular demografía como la más vulnerable según las últimas cifras hechas pública el jueves correspondientes a 2017. De acuerdo con el informe anual de Muerte en el trabajo, las pérdidas por negligencia, hace dos años las muertes de latinos a nivel nacional crecieron y la tasa de mortalidad se mantiene como la más alta de todos los trabajadores. La tasa de mortandad está por encima de la registrada en el resto de la población.
En concreto, en 2017 murieron 903 latinos en su puesto de trabajo frente a los 879 del año anterior. Las muertes de inmigrantes en general y en particular la de los latinos se redujeron pero se incrementó el número de fallecimientos entre los nacidos en EEUU. Entre los inmigrantes, el 62% eran mexicanos.
En total, en todo el país fueron 5,147 los trabajadores que perdieron la vida en el trabajo en 2017 y 95,000 personas fallecieron por enfermedades ocupacionales. En 2016 hubo 43 ataúdes más.
Aunque sus muertes han ido descendiendo desde 2001, debido a los programas de supervisión de condiciones laborales de personas más vulnerables, los trabajadores latinos siguen enfrentándose a problemas de seguridad y salud en trabajos peligrosos y sin las protecciones adecuadas. Además, los inmigrantes suelen ser objetivo de mayor explotación y represalias.
Los trabajos más peligrosos para los latinos son la construcción, seguida del transporte y almacenamiento además de los trabajos de apoyo y administración de servicios de limpiezas. En general, el manejo de camiones de larga distancia, servicios de jardinería (por accidentes con/en árboles), construcción y minería son los sectores más peligrosos.
California, con 173 muertes de trabajadores registradas es el segundo estado tras Texas y por delante de Florida donde más fallecimientos se registran de latinos. Hasta 161 de ellos son nacidos fuera de EEUU (no todos latinos). En Nueva York se registraron 313 muertes de obreros de los cuales 43 eran de esta comunidad.
Los otros trabajadores que también están en alto riesgo son los mayores. El 37% de los accidentes ocurrieron a personas mayores de 55 años y los trabajadores mayores de 65 corren tres veces más riesgo de morir en el empleo.
Faltan recursos
Desde AFLO-CIO se recuerda que además los empleadores reportan unos 3.5 millones de lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo pero posiblemente la cifra más real sea de siete millones porque estos problemas están infrarreportados. Desde esta central sindical se lamentan los pasos atrás que está dando la Administración de Donald Trump en materia de seguridad laboral por la desregulación, la falta de mejoras en la regulación OSHA y los cada vez menos recursos que tiene esta oficina de seguridad y salud en el trabajo.
El número de inspectores es el más bajo desde los años setenta a pesar de que ha aumentado la población ocupada desde entonces. Apenas hay 1,815 inspectores para vigilar lugares de trabajo bajo su jurisdicción. Así pues los inspectores federales solo pueden inspeccionar un lugar de trabajo una vez cada 165 años y los estatales cada 108.
El presupuesto para las inspecciones es de $3.64 por trabajador.
Violencia
La violencia dentro de los lugares de trabajo es la tercera causa de muerte ocupacional, con 807 fallecimientos en 2016 un 20% más que el año anterior. El 8% de los fallecidos eran latinos.
En un país donde las armas de fuego son ubícuas ha habido 458 homicidiosun 20% más que el año anterior. El 8% de los fallecidos eran latinos. El resto de las muertes fue por suicidio. Las personas que más riesgo corren de sufrir la violencia trabajan en el sector de la salud y la asistencia.
Mientras siguen aumentando los casos de violencia en los trabajos, el gobierno de Donald Trump ha dejado un lado el desarrollo y la implementación de nuevos estándares de OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional) para evitar la violencia en los lugares de trabajo.