Daphne Caruana Galizia: la crucial batalla para conseguir justicia por mi madre asesinada
El hijo de la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia, que fue asesinada con un carro bomba en 2017, explica por qué la libertad de prensa es hoy más importante que nunca
Una vez cada pocos meses, tengo que sentarme en una habitación con el hombre que investiga el asesinato de mi madre. El primer contacto que tuvo mi familia con él fue hace seis años, cuando vino a nuestra casa a arrestarla.
Mi madre había publicado un artículo en un blog satírico sobre un candidato a primer ministro en el día de las elecciones, y uno de sus simpatizantes presentó una denuncia policial.
- El misterioso asesinato en un carro bomba de la periodista que lideró las denuncias de corrupción de los Panama Papers
- Cuáles son los vínculos de Malta con la poderosa familia gobernante de Azerbaiyán que investigaba Daphne Caruana Galizia
Así que el detective fue enviado a nuestro hogar familiar en mitad de la noche con una orden de arresto contra mi madre por haber cometido un crimen que solo puede llamarse expresión ilegal.
Yo estaba trabajando al otro lado del mundo y la gente me enviaba videos de ella saliendo de la comisaría a la una y media de la mañana, con la camisa de mi padre puesta.
Unas horas más tarde, mi madre estaba de vuelta en internet escribiendo sobre este abuso en su página web, burlándose de las inseguridades del nuevo primer ministro y de sus propias apariencias.
“Les pido disculpas por mi estado caótico, pero cuando el escuadrón de homicidios se presenta en tu casa para arrestarte por la noche… cepillarte el cabello, sacar los polvos y el colorete y escoger qué ropa ponerte es lo último que se te pasa por la cabeza”, escribió.
Ahora, el mismo detective que arrestó a mi madre aquella noche es el encargado de investigar su asesinato.
El día que fue asesinada, mi madre, Daphne Caruana Galizia, manejó hasta el banco para recuperar el control de su cuenta, que había sido congelada a petición de un ministro del gobierno.
Acababa de cumplir 53 años y estaba en la cima de su carrera periodística.
Medio kilo de dinamita había sido colocada en la parte inferior de su auto y fue detonado de forma remota.
Quienes apoyaban al gobierno celebraron abiertamente el asesinato, lo que me recordó quienes festejaron el tiroteo del periodista turco-armenio Hrant Dink.
Otros insinuaron que yo mismo había planeado el asesinato, o que mi madre se había jugado la vida alegremente, las mismas calumnias que se dijeron sobre James Foley, el corresponsal estadounidense que fue secuestrado y decapitado en Siria.
El asesinato de Daphne Caruana Galizia
- Octubre de 2017: la periodista de investigación Daphne Caruana Galizia es asesinada con un carro bomba
- El primer ministro Joseph Muscat describió el asesinato como “una barbarie”. La familia, afligida, excluyó a los líderes de Malta del funeral.
- Diciembre de 2017: tres hombres son arrestados y los fiscales investigan la posibilidad de que se contrataran asesinos.
- Julio de 2018: una investigación realizada por el gobierno maltés y encabezada por un juez redime al primer ministro y a su esposa de la corrupción alegada por Daphne Caruana Galizia.
- Agosto de 2018: la familia de Daphne Caruana Galizia solicita una investigación pública para averiguar si el gobierno de Malta pudo haber evitado su muerte.
¿Por qué importan tanto estos asesinatos?
“La libre circulación de hechos y opiniones, con las que trabajan los periodistas, crea sociedades más justas y libres”, dijo mi hermano en un evento con diplomáticos europeos, mientras todavía estábamos recuperándonos de nuestra pérdida.
“Crea sociedades que son más valiosas y más robustas: en otras palabras, sociedades en las que merece la pena vivir“.
Tras el asesinato de nuestra madre, nuestra única luz fue el torrente de apoyo, lamentación, tristeza y pesar por parte de todo tipo de personas.
Me sorprendió y me hizo recordar algo que me dijo una vez un amiga: “Las buenas personas están en todas partes; tienes que encontrarlas”.
El deseo de vivir en una sociedad libre y abierta, en la que la ley sea igual para todo el mundo y en la que se respeten los derechos humanos, es universal. Pero, como la mayoría de los deseos, va y viene.
A menudo, es demasiado tarde cuando nos damos cuenta de que algunas malas personas que, como las enfermedades humanas, siempre estarán con nosotros, se han apoderado de la sociedad.
La tarea que mis hermanos, mi padre y yo nos propusimos desde el asesinato de mi madre fue enorme: justicia por su asesinato,justicia por sus investigaciones y asegurarnos de que no vuelve a ocurrir nada similar.
Hay poco tiempo para otra cosa.
En mi familia, a veces comentamos la poca paciencia que tenemos ante la inacción e indiferencia de los demás, sobre todo quienes tienen puestos de autoridad.
Encontramos difícil no atacar su cinismo y su pereza.
Los hijos del periodista de investigación turco Ugur Mumcu me dijeron que, después de que su padre fuera asesinado con un carro bomba, el jefe de la policía excusó el fracaso de la investigación diciendo: “No podemos hacer nada, hay un muro de ladrillos frente a nosotros”.
La respuesta de su madre fue la siguiente: “Entonces, derriben un ladrillo, y luego otro, hasta que puedan tirar abajo toda la pared”.
Eso es lo que nosotros hemos estado haciendo desde que nuestra madre fue asesinada.
Al principio, mi regla de oro era hacer lo mejor que pudiéramos pasara lo que pasara. Ahora creo que el proceso es casi tan importante como nuestros objetivos.
Estamos forzando un cambio cultural y generando más respeto hacia la libertad de expresión por el simple hecho de hacer que el Estado cumpla con su deber y haga justicia.
Nos hemos unido a otros que están erradicando la enfermedad de la “falta de libertad” y, de paso, enseñando al mundo un nuevo sentido del respeto a los derechos humanos.
“La libertad comienza con la libertad de conciencia”, nos dijo el escritor y bloguero Yameen Rasheed cinco días antes de que fuera apuñalado a muerte fuera de su casa en las islas Maldivas, en 2017.
“Sin esa libertad fundamental de la mente, ¿qué harías con otras libertades?”
Al igual que el de mi madre, su asesinato mostró que no existen esas libertades en nuestros países.
No solo depende de nosotros, los abandonados, emprender esa lucha por la libertad: los familiares, novias, novios y amigos de periodistas asesinados y encarcelados.
Esta enorme responsabilidad ha recaído sobre nuestros hombros, pero no podemos llevarla solos. Necesitamos buenas personas en todo el mundo que se unan a nosotros.
Día Mundial de la Libertad de Prensa
- El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue establecido por Naciones Unidas en 1993 y se celebra el 3 de mayo de cada año.
- El tema para 2019 es periodismo y elecciones en tiempos de desinformación.
- El propósito de este día es celebrar, defender y evaluar el estado de la libertad de prensa alrededor del mundo, y rendir tributo a periodistas que murieron haciendo su trabajo.
- El año pasado, 95 periodistas y profesionales de medios de comunicación murieron en asesinatos selectivos, ataques con bombas o tiroteos, según la Federación Internacional de Periodistas.
Sé que hay más como nosotros. Recuerden que el columnista saudí Jamal Khashoggi fue querido por personas de todo el mundo.
Solo una persona odiaba lo suficiente al periodista como para querer que lo mataran.
En todos esos asesinatos, incluido el de mi madre, hay pocas o ninguna señal de que el Estado esté haciendo un esfuerzo significativo para condenar a las personas responsables.
Así que hemos comenzado por eliminar el primer ladrillo: exigir que Malta abra una investigación para averiguar por qué fracasó en prevenir el asesinato de su periodista más importante.
Después, pasaremos al siguiente ladrillo.
Cada día, pienso que ojalá mi madre nunca hubiera tenido que hacer este sacrificio por su país y preferiría que todavía siguiera con vida.
Pero al igual que dijo Khadija Ismailova, una periodista azerí cuyo encarcelamiento fue calificado de “escandaloso” por grupos de derechos humanos: “Si realmente amamos, queremos que nuestros seres queridos sean quienes son. Y así era Daphne, una luchadora y una heroína“.
Lo que mi madre nunca sabrá es que su muerte inspiró miles de actos de heroísmo, en Malta y más allá.
Y me gusta pensar que cada uno de esos actos, de una manera o de otra, han protegido a otros valientes periodistas del destino que corrió mi madre.
* Matthew Caruana Galizia es periodista de investigación y el hijo de la periodista Daphne Caruana Galizia, quien fue asesinada por un carro bomba en octubre de 2017. Puedes seguirlo en Twitter aquí.