La Migra endurece su examen a inmigrantes para descubrir fraude. El resultado no fue el esperado
El gobierno realiza pruebas de ADN a las familias de inmigrantes que piden asilo en la frontera sur
El Departamento de Seguridad Nacional ha puesto en marcha un programa piloto “sin precedentes”para hacer pruebas genéticas de ADN a las familias de inmigrantes que piden asilo en la frontera mexicana.
Su objetivo declarado es evitar que adultos que viajan solos se hagan pasar por familias para acelerar sus trámites, usando para ello a niños con los que no tienen parentesco; esa práctica además favorece el secuestro y explotación de menores.
Sin embargo, los primeros resultados han mostrado que el índice de fraude es muy reducido, según ha reportado el diario Washington Examiner.
De todas las familias que cada mes llegan a la frontera solicitando asilo, sólo se ha sometido a pruebas de ADN a aquellas que los agentes migratorios consideraban sospechosas de cometer fraude. Y de ellas, en sólo el 30% de los casos estas pruebas demostraron que los niños que decían que eran sus hijos no lo eran.
El citado diario, cuya línea editorial es muy dura con los inmigrantes, no detalla ningún otro dato, como por ejemplo cuántas pruebas se hicieron. Si explica que el programa piloto duró unos pocos días a principios de mes y sólo se realizó en McAllen y El Paso (Texas).
La cadena CNN informa de que fueron 562 las familias sospechosas de fraude (por sus documentos o por la entrevista realizada) las que se sometieron a este programa piloto. En algunos casos, fueron los propios inmigrantes los que admitieron el engaño al avisárseles de que deberían pasar la prueba de ADN.
Según el Departamento de Seguridad Nacional, este tipo de fraudes se incrementó un 315% entre octubre de 2017 y febrero de 2018. Sin embargo, esta cifra puede ser un espejismo estadístico (pasar de un caso a tres supone un incremento similar, pero el número de casos total sigue siendo muy bajo).
La Patrulla Fronteriza interceptó a 98,977 personas en abril, un nuevo récord que eleva a 460,294 los inmigrantes arrestados este año fiscal (desde octubre). De ellos, 248.197 llegaron en familia, frente a 167,318 adultos y 44,779 menores de edad que intentaron cruzar en solitario.
Desde abril de 2018, sin embargo, sólo se han descubierto 3,100 casos de fraude entre las 260,000 personas que han sido interceptadas intentando entrar al país en familia, según el diario Arizona Daily Star.
El Departamento de Seguridad Nacional no ha detallado de qué tipo de fraude se trata, pero el citado diario ha encontrado algunos casos en los que adultos se hacían pasar por menores de edad, o intentaban demostrar ser padres de menores, usando para ello certificados de nacimiento falsificados.
En una ocasión, un par de hombres mexicanos pagó 260 dólares por los certificados de nacimiento auténticos de un hombre guatemalteco y de un menor con su mismo apellido, y cruzaron la frontera haciéndose pasar por padre e hijo. Fueron condenados a 20 días de prisión y luego deportados.
El caso más serio es el de un hombre guatemalteco, Maynor Velásquez Molina, que pagó 130 dólares a una familia para que le permitieran usar a su hijo de ocho años para cruzar la frontera. Además, pagó otros 130 dólares por una certificado de nacimiento falsificado.
Entraron así, el hombre y el niño, por Lukeville (Arizona) el 18 de febrero en un grupo de más de un centenar de inmigrantes, enseñando el certificado que, cuatro días después, los agentes determinaron falso.
El hombre confesó que “buscó a un niño en Guatemala para cruzar la frontera de México a Estados Unidos con él porque le habían dicho que era más fácil entrar así”, según la denuncia presentada en su contra.