¿Por qué las intensas lluvias representan alto riesgo de incendios en California?
Es un ciclo repetitivo
LOS ÁNGELES — Años de sequía seguidos por intensas lluvias como las que hasta hace poco se registraron en California son la mezcla perfecta para el crecimiento de plantas silvestres, las cuales, no obstante, al secarse pueden convertirse en caldo de cultivo de incendios épicos, señalaron expertos a Efe.
Entre los años 2010 y 2017 California experimentó una sequía de consideración que concluyó con intensas lluvias producidas entre fines del año pasado y comienzos de este, las cuales dieron paso al fenómeno conocido como la “súper floración” en partes del estado, incluso en áreas desérticas.
Las plantas silvestres que crecieron al término de este verano y como resultado de ese fenómeno finalmente secarán y dejarán una alfombra hojas secas y maleza a merced de “una chispa accidental o intencional” que podría iniciar grandes incendios
“Es un ciclo repetitivo, cuanto más llueve meses después de que sube la temperatura a 100ºF hay incendios en California“, dijo a Efe dijo Scott McLean, portavoz del Departamento de Bomberos y Protección Forestal de California (Cal Fire).
“La prolongada sequía, junto a una infestación de escarabajos de corteza en California, provocaron la muerte de un estimado de 147 millones de árboles, otra fuente de combustible” de incendios, añadió.
El Centro Nacional de Colaboración de Agencias para Incendios (NIFC) registró 7,579 incendios en California en 2018, que dejaron un saldo de un centenar de personas muertas y decenas de heridos.
Incendios récord en la historia californiana, como el de los complejos Mendocino y Ranch, norte del estado dorado, en donde las llamas redujeron a cenizas más de 1,860 kilómetros cuadrados.
El fuego provocó otras históricas destrucciones en noviembre cuando alrededor de 6,700 edificaciones sucumbieron al “Fuego Camp” que destruyó el pueblo de “Paradise” y fallecieron 42 personas.
“Woolsey”, incendio en los condados de Ventura y Los Ángeles, llegó hasta la zona de mansiones de Malibu y cerros de Santa Mónica, con un saldo de 3 muertos, 1,643 edificaciones quemadas y 39,234 hectáreas siniestradas.
“Siempre pensamos, si hay incendios, para eso están los bomberos; pero no pensamos en la prevención para que esos fuegos no inicien”, declaró McLean.
“La población tiene que contribuir en limpiar y regar en torno a sus propiedades, porque esperamos incendios similares o peores que los del 2018”, dijo.
Cal Fire anunció en fecha reciente que comenzó a otorgar subvenciones de un fondo de “43 millones de dólares para 66 proyectos locales de prevención de incendios“.