ICE deporta a 700 personas al día. Pero peligra la super-redada. La culpa puede ser de su máximo responsable
La operación habría sido suspendida después de que se filtrara información desde el propio Departamento de Seguridad Nacional
El presidente, Donald Trump, aseguró el sábado a través de la red social Twitter que la redada masiva contra indocumentados que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) planeaba lanzar este fin de semana había sido “retrasada por dos semanas” a petición del Partido Demócrata, para así poder “trabajar juntos una solución” a los “problemas” en el sistema de asilo.
Sin embargo, dos fuentes de la Administración han indicado a la web informativa BuzzFeed News que la operación fue frenada después de que, desde dentro del Gobierno, se filtrara información confidencial a la prensa.
“Filtrar los lugares [de los arrestos] y otros detalles para detener así la operación no sólo ha dañado su integridad operativa sino que también ha hecho peligrar la seguridad y bienestar de nuestros oficiales”, indicó un oficial a la citada web.
Según estas fuentes, esa filtración habría provenido del propio director en funciones del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, o de algún miembro de su equipo.
Cinco fuentes, también anónimas, han coincidido con este dictamen según el diario conservadorWashinton Examiner. De acuerdo con esta explicación, McAleenan estaba en desacuerdo con la operación, y había tratado de frenarla durante meses presionando a los responsables de ICE (que dependen de él).
McAleenan, en cualquier caso, fue elegido por Trump para el cargo en abril, después de la destitución de Kirstjen Nielsen en una purga a gran escala de responsables migratorios supuestamente tutelada por el asesor de la Casa Blanca Stephen Miller, enemigo de cualquier tipo de inmigración.
El Departamento de Seguridad Nacional no ha comentado estas informaciones. Algunos oficiales de ICE opinan además que el anuncio del propio presidente en Twitter la semana pasada también pudo destapar antes de tiempo la operación. Trump adelantó que pronto “empezaría el proceso para deportar a millones de extranjeros ilegales”, coincidiendo con el inicio de su campaña electoral para 2020.
La operación iba a comenzar el domingo y tenía por objeto detener a 2,000 miembros de familias de indocumentados en 10 ciudades (entre ellas, Los Ángeles, Houston, Chicago o Miami), según adelantó el viernes el diario The Washington Post.
Trump prometió que serían “millones” los afectados, pero el propio director interino de ICE, Mark Morgan, confirmó poco después que carecía de los recursos para una operación de ese calibre.
Pese a que la super-redada contra familias parece pues estar temporalmente paralizada, ICE no ha dejado de detener a inmigrantes. En el año fiscal de 2018 arrestó a 160,000 personas (440 al día), y deportó a 256,000 (700 al día).
Según las estadísticas oficiales de la agencia, hay más de 565,000 fugitivos, es decir, inmigrantes con una orden final de deportación que no se han ido.
Estas cifras son, en cualquier caso, inferiores a las del ex presidente demócrata Barack Obama en sus dos primeros años en la Casa Blanca: 298,000 arrestos y 390,000 deportaciones en 2009; y 272,000 arrestos y 393,000 deportaciones en 2010.
- Por Bruno G. Gallo