¿Cómo puedo identificar los indicios de psicosis en los adolescentes?
La psicosis es un trastorno mental que afecta completamente la actitud de quien la padece
La psicosis es uno de los trastornos más peligrosos dentro de la psiquiatría, por ser causante de la pérdida de contacto entre las personas y la realidad.
Este estado mental lleva al paciente al extremo de sentir, oír o ver cosas (alucinaciones) o tener creencias falsas, como que alguien está en su contra (delirios). También puede conllevar al padecimiento de esquizofrenia, que suele aparecer ya entrando a la edad adulta o a finales de la adolescencia.
Para detectar la presencia de psicosis, en la etapa de la adolescencia, existen múltiples centros de atención médica. Pero, para que tengas conocimiento y puedas detectarlo previamente en casa, estos son sus síntomas:
- Dificultad para organizar los pensamientos al hablar.
- Pérdida del interés en actividades habituales.
- Desarrollar conductas inusuales.
- Cambios en la personalidad.
- Alejarse de la familia o amigos.
- Ser descubierto ante alucinaciones.
- Cambios en el apetito o en el sueño.
Estos se conocen como síntomas prodrómicos que funcionan como signos de advertencias ante la posible presencia de psicosis en el adolescente. En algunos, los síntomas pueden avanzar, y en otros se mantienen leves.
Es importante visitar a un profesional en trastornos psicóticos para atacarlo rápidamente. También debes comprobar que estos cambios no sean a causa del uso de drogas.
Ahora, si tu hijo sufre de psicosis, ayúdalo a mejorar su entorno social: evitar el estrés, llevar una buena alimentación, no consumir drogas, dormir bien y hacer ejercicios.
Estas recomendaciones son comprobadas como una ayuda evolutiva ante la psicosis. Mejorar la calidad de vida puede reducir los síntomas prodrómicos.
Claro está, que también serán necesarias las terapias cognitivo-conductual, para mejorar la conducta en el adolescente; y, por supuesto, enseñar a la familia todo lo que deben saber sobre el trastorno, para que la convivencia sea más amena.
Con esto debes saber que el apoyo de los padres y del resto de la familia es muy importante para que los síntomas vayan reduciendo su intensidad y así el joven pueda mejorar.
Y fundamentalmente, visiten al médico. No sientas pena porque tú hijo sea retraído, solo ayúdalo. Tú puedes evitar que la sintomatología avance.