“Empleo”, piden repatriados en México
Conoce la historia de Eleazar Hernández, quien buscó trabajo en tantos lugares como pudo...
MÉXICO.- Eleazar Hernández buscó trabajo en tantos lugares como pudo. Con su certificado de chef en Estados Unidos subió y bajó por las colonias Polanco, la Condesa, la Roma y Anzures ––que concentran los mejores restaurantes de la Ciudad de México–– y la respuesta siempre fue la misma: “ya estás muy grande para esto”.
Así que se reunió con otros deportados y crearon un taller de serigrafía y la organización Estado 33 Aztlán para apoyo a otros repatriados que cada semana acuden al aeropuerto a dar información mientras luchan por tener algo de dinero para la venta con el diseño de playeras con logotipos mexicanos para exportar a Estados Unidos.
Picando piedra y con sus contactos allá no les iba tan mal, hasta que el presidente Donald Trump anunció las redadas masivas que arrancaron el pasado domingo y los pedidos desde EEUU cesaron. Sus clientes tienen miedo hasta de moverse, mucho más en invertir para negocios, ¿a quién se las van a vender?¿para qué comprar si los van a echar para México?.
“No entiendo por qué el Gobierno está tranquilo, no hace ni dice nada serio sobre las redadas masivas si ni siquiera los repatriados que tenemos algunos años aquí (Eleazar llegó en 2012) tenemos trabajo. Allá después de los 50 encuentras trabajo muy fácil, aquí no hay”.
Las redadas contra inmigrantes indocumentados en Estados Unidos que comenzaron el pasado domingo y se suman a las más de 600 deportaciones diarias , según cifras oficiales, toman a México con un problema de desempleo que alcanzó este año sus niveles más altos desde 2017, según las cifras reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía e incluye a alrededor de 9,000 burócratas despedidos por el gobierno federal.
La política de austeridad implementada por la actual administración no dejó vivo ninguno de los programas destinados a apoyos a migrantes y sus proyectos productivos: eliminó el Fondo de Apoyo a Migrantes, a apoyos a albergues y empujó al subejercicio (sin poder gastarse) a otros programas paralelos como el 3×1 o el seguro de desempleo y los canalizó para las deportaciones y ayuda a centroamericanos.
“Ya tenemos varios casos de migrantes deportados que no han podido cobrar el seguro de desempleo, una ayuda que hasta el año pasado ayudó a muchos en sus primeros días después del retorno”, advirtió Israel Concha, fundador de New Comienzos, una cooperativa formada por repatriados jóvenes que han logrado algunos convenios con empresas de EU para dar trabajo aquí.
Pero ahora no se dan abasto y en vano han sido los llamados de ayuda. “Intentamos que algunos de los retornados entraran al programa Jóvenes Construyendo al Futuro ––que da becas a menores de 30–– pero los rechazaron porque no quieren que trabajen con ONG si no con empresas”, advierte Concha.
“Queremos saber qué está haciendo el gobierno para los deportados y ya pedimos tiempo para hablar con las secretarías de Bienestar y Educación para apoyar, pero no nos han recibido”.
En la frontera la situación está aún peor. El director de la Casa del Migrante en Matamoros, Juan Sierra Vargas, advirtió que de cumplirse las deportaciones masivas habrá un choque de migración y una crisis en los refugios por los dos grupos que se tienen que atender: mexicanos y centroamericanos que llegan por cientos diariamente.
Eleazar Hernández, de Estado Aztlán, quien también dificultades para caminar por un accidente, dice que el problema es muy serio. “Se cree que las familias de allá nos van a seguir sosteniendo, pero si las echan ya no podrán, de hecho, ya hay muchos que se las tienen que ver solos aquí, sin empleo: el gobierno debe pensar en esta crisis migratoria en el empleo, primero que nada”.