Los niños hispanos dejan de ir a la escuela después de las redadas en Mississippi
Alrededor de 200 niños abandonan sus escuelas tras las redadas de ICE en Mississippi
WASHINGTON – La pequeña Cris, de 3 años, aguarda a su madre sin entender bien lo que ha pasado, después de que hace dos días su progenitora fuera detenida junto a más de 600 inmigrantes durante una redada masiva en Mississippi, donde la ausencia de menores hispanos se ha hecho evidente en varias escuelas públicas.
Una vecina de la localidad de Forest (Mississippi), Christina Peralta, relató hoy a Efe por teléfono que la niña, que “llora por su mamá todos los días”, permanece con unos parientes esperando la liberación de su madre, Magdalena Ramos Pérez, que trabajaba en una planta procesadora de pollos.
Según Peralta, Ramos Pérez se encuentra detenida en un centro en el estado vecino de Louisiana.
Desde el miércoles, cuando agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) arrestaron a 680 inmigrantes en siete plantas de las poblaciones de Canton, Pelahatchie, Cartago, Sebastopol, Morton y Bay Spring, todas ellas en Mississippi, la angustia se ha apoderado de las comunidades hispanas, pero en especial de sus hijos.
No obstante, no se sabe a ciencia cierta el número exacto de menores afectados por esta situación.
Entre esos niños se ha hecho conocido el caso de la pequeña, Magdalena Alonzo Gregorio, de 11 años, que espera junto a su madre -quien no trabaja- y sus tres hermanos la puesta en libertad de su padre detenido.
El dolor de Magdalena quedó registrado el miércoles por medios locales que difundieron las imágenes de esta niña que decía que necesitaba a su papá: “Él no es un criminal”, repetía entre sollozos Magdalena, cuyo padre es la única fuente de ingresos de su familia.
Peralta, que es una de las vecinas de la zona que se han movilizado para atender a los menores que fueron sorprendidos por las redadas, señaló que no sabe si hay más casos de niños en esta situación.
“Es muy triste, es muy malo”, lamentó esta mujer.
De acuerdo a cifras suministradas el jueves por ICE, 377 inmigrantes permanecían detenidos después de las operaciones, mientras que 271 fueron liberados y se esperaba que comparezcan ante un juez.
La información oficial indicó que otras 32 personas también fueron liberadas en su lugar de trabajo por “razones humanitarias”.
En un comunicado, la oficina del fiscal del distrito sur de Mississippi indicó que, de conformidad con los procedimientos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), se preguntó a los detenidos el miércoles “si tenían niños que estaban en la escuela o en la guardería y debían ser recogidos”.
A esas personas, subrayó el fiscal, se les facilitaron teléfonos móviles para que pudieran “hacer arreglos para el cuidado de sus hijos u otros dependientes”, al tiempo que el DHS dispuso de oficiales de enlace para realizar este proceso en los distritos escolares.
En el caso de que ambos padres hubiesen sido detenidos, uno, de conformidad con los trámites oficiales, fue liberado “por razones humanitarias” y fue devuelto al lugar donde fue arrestado, al igual que quienes estén solteros con hijos menores de edad, explicaron las autoridades.
El impacto de la operación se ha hecho patente en las escuelas públicas en Scott, un condado donde estudian varios de los menores afectados por los arrestos a sus padres y donde ha sido notoria la ausencia de los niños hispanos en los colegios.
El jueves, un 25 % de los alumnos hispanos de ese distrito no asistió a las aulas, indicó a los medios locales el superintendente del distrito escolar de Scott, Tony McGee, quien apuntó que 154 de los 560 alumnos de la comunidad inmigrante estuvieron ausentes.
Ya este viernes, señaló el funcionario, unos 50 estudiantes faltaron a clases.
La mayoría de arrestados, según han confirmado sus propios Gobiernos, son de nacionalidad guatemalteca (176) y mexicana (107), mientras que este viernes se ha informado de dos hondureños.
Por Laura Barros