El mayor problema de Julián Castro
El demócrata está en una carrera contra el tiempo para el tercer debate
Julián Castro fue una de las estrellas del primer debate del proceso interno del Partido Demócrata para obtener la candidatura presidencial; en el segundo encuentro no logró despuntar como se esperaba, complicando su escenario hacia el tercer intercambio de ideas, programado para el 12 y 13 de septiembre.
Aunque el exsecretario de Vivienda del presidente Barack Obama ya logró los 130,000 donantes únicos, le falta completar el requisito del 2% de intención de voto en cuatro o más encuestas nacionales. La más reciente en otorgarle esa cifra fue el sondeo de The Hill/HarrisX, pero en la de Fox News se quedó nuevamente en 1%.
El promedio estimado de intención de voto a a favor del único aspirante hispano a la Presidencia de los Estados Unidos para 2020 es apenas del 1%, según datos de Real Clear Politics; solamente ejercicios similares en julio de ABC News/The Washington Post le dieron 3% y The Economist/YouGov Poll un 2%. Eso ocurrió antes del primer debate. Ahora debería haber despuntado, pero no ocurrió así.
En la más reciente encuesta de The Economist/YouGov Poll se revela que la mayoría de los votantes, incluyendo a los hispanos, no conocen o tienen dudas sobre Castro como aspirante presidencial.
El indicador más alto sobre la opinión favorable o desfavorable hacia Castro fue un “no sé”, en todos los rubros con 39%, más alto que el 27% de las opiniones combinadas de “muy favorable” y “algo favorable”.
Al ir por grupos, ni siquiera entre los hispanos el aspirante demócrata logra un respaldo importante, donde un 36% “no sabe” qué opinión le despiertan el candidato y sus propuestas contra un 35% de las opiniones combinadas de “muy favorable” y “algo favorable”.
El mayor desconocimiento sobre Castro proviene de los negros, donde 51% respondió “no saber”. Entre los blancos esa opinión se establece en 38%.
En una entrevista en NPR, el demócrata reconoció que tiene un camino complicado por recorrer y el objetivo de que más gente lo conozca.
“El objetivo es presentarme a muchas personas que aún no saben quién soy, porque mi nombre de identificación es aún más bajo que algunos de los otros candidatos”, expresó.
Un reciente ejercico de The Dallas News indicó que en Texas, donde más conocen a Castro, el 41% considera que sería pertinente que abandonara su carrera hacia la Presiencia, para posturlarse a un escaño al Senado, pero 31% se mostró inseguro de esa decisión y solamente el 29% consideró que debería quedarse.
Un aspecto que destaca el diario es que los encuestados consideran que “podría surgir alguien más”, es decir, su respaldo hacia Castro no es seguro ni siquiera hacia el Senado.
Castro tiene hasta el 28 de agosto para sumar las cuatro encuestas requeridas con el 2%, hasta ahora tiene tres, así que podría ingresar barriéndose al escenario del debate, al que que ya calificaron nueve aspirantes, incluido el exrepresentante Beto O’Rourke, uno de los aspirantes que más ha decepcionado en la contienda.