Oaxaca coloca a jóvenes en la primera línea de sus conflictos políticos
Una modificación a la ley permite que cualquiera pueda postularse a un cargo político cumplidos los 18 años
Una ola de violencia se ha desatado en contra de funcionarios públicos en esta estado mexicano. Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinion
MEXICO.- De la dependencia casi total de sus padres y aún sin la edad para tener una licenciatura finalizada, los oaxaqueños podrán, al cumplir los 18 años, tomar decisiones en representación de miles de los suyos en una de las regiones más peligrosas para hacer política en el país.
Una reforma a la ley aprobada por el congreso local les dio el poder para poder contender como presidentes municipales a partir de la mayoría de edad. Anteriormente solo podían ser candidatos sólo después de los 25.
“Queremos dar la misma oportunidad a los jóvenes para que, en igualdad, cualquier ciudadano pueda formar parte de los asuntos públicos del Estado”, dijo el diputado Arsenio Mejía, autor de las modificaciones
Estos cambios arrojarían a los jóvenes al primer frente de batalla de la vida pública en uno de los momentos más peligrosos para los municipios del país por la penetración del crimen organizado y, particularmente para Oaxaca, por la efervescencia política que data de décadas.
Según la Asociación Nacional de Alcaldes de México, en 12 años se han registrado en todo el país 134 homicidios: 10 en contra de ediles electos; 56 que estaban en funciones y 67 que habían dejado su cargo. El mayor número Puebla y Oaxaca.
En esta última entidad, el pasado fin de semana asesinaron a Carmela Parral Santos, edil de San José Estancia Grande Oaxaca y a su encargado de seguridad.
Oaxaca es el estado con mayor número de municipios: 570; de los cuales, 418 se rigen por usos y costumbres de 16 grupos étnicos que hablan más de 20 lenguas indígenas.
“Probablemente la pluralidad social y política de Oaxaca favorece un mayor nivel de conflicto que utiliza frecuentemente medios no institucionales para canalizar su inconformidad”, observó Rodrigo Elizarrarás, consultor y analista político que ha estudiado los conflictos sociales en el país, en los cuales, Oaxaca es líder.
En ese contexto, los alcaldes quedan en el ojo del huracán porque tienen que hacer cumplir leyes nacionales, estatales y regionales y tomar decisiones polémicas para grupos rivales, además de los conflictos por el poder político, por tierras y hasta familiares.
A este caldo de cultivo se agregaría una tensión más derivada de reformas que se cocinan en la Cámara de Diputados federal encabezadas por el influyente diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien pretende eliminar la “pirámide de cacicazgos que tanto han dañado al país” y abrir espacios a la juventud podría ser un comienzo contra líderes históricos.
Para el analista político Nicolás Loza, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), la medida es positiva. “La realidad es el nivel de estudios de esos muchachos es lo que van a tener probablemente el resto de su vida y así han gobernado hasta ahora aún cuando tengan mayor edad”, advirtió. “En cambio, abre espacio para que los jóvenes se sientan empoderados y desempolve las estructuras de los partidos y remueva procedimientos viejos”.
