Pobladores contra militares: la violencia en México no tiene freno
La falta de una acción concreta del gobierno federal crea espacios para la delincuencia
MEXICO – En los últimos meses, policías y militares han sido blanco de múltiples agresiones en zonas donde buscan poner orden sin que éstos apliquen un protocolo.
El más reciente ataque en contra de los representantes del Estado fue con palas y escobas en Los Reyes Michoacán; el sábado anterior, en el mismo estado, criminales emboscaron al al coronel Víctor Manuel Maldonado. Murió horas después en el hospital.
En mayo, un grupo de la Guardia Nacional intentó desarticular a supuestos “autodefensas” en San José Río Manso, tuvieron que desistir cuando sonaron las campanas y se impidieron los operativos; un día antes, enb desarmaron y retuvieron a varios soldados para recuperar una Barret, un arma que puede derribar a un helicóptero.
De eventos similares ha dado cuenta la prensa local de Guanajuato, Hidalgo, Puebla y Guerrero con finales similares: autoridades “frenadas”, “neutralizadas”, muertas.
Un comisario municipal en Guerrero dijo en entrevista con este diario , a condición de anonimato, que la actuación agresiva de los pobladores frente a las fuerzas del orden se debe a que el crimen organizado apuesta actualmente con mayor fuerza a involucrar en sus actividades delictivas a los locales en actividades delictivas.
“Los malandros saben que los padres no permitirán a los militares detener a sus hijos, que los lleven presos; saben que sacarán las uñas para defenderlos porque también saben que podrían desaparecerlos”, advirtió. “La violencia se ha complicado tanto que hasta a nosotros, que somos policías y nos conocen, nos está dando mucho trabajo detenerlos porque se trata de delincuentes que son nuestros vecinos”.
Otro asunto que atiza el actuar de los pobladores es la política de “no agresión” y la orden oficial de “no atacar a la población”, porque inhibe la actuación de las Fuerzas Armadas y ha dado “alas” a las organizaciones criminales.
En el caso de Los Reyes, la revuelta local contra los uniformados fue después de que éstos detuvieron a un presunto espía de esos que usan los criminales para vigilar el paso de operativos oficiales conocidos como “halcones”. En el poblado de Pamarácuaro, un grupo de familiares capturaron a policías federales cuando éstos a la vez detuvieron a los suyos que eran talamontes.
“El gobierno federal ha permitido que se falte al respeto y se ponga en la indefensión a los militares, que parecen condenados a cargar sus armas como simple adorno”, observó Pascual Beltrán, analista político y editorialista de Grupo Imagen.
El problema de fondo, advirtió Edna Jaime, directora de la organización civil México Evalúa, es que los grupos criminales en ciertas regiones tomaron funciones de autoridad: monopolio de la fuerza, impuestos, adjudicación de contratos y hasta a imponer códigos de conducta.
“Tanto poder los llevó al abuso y de ahí a lo insostenible”