Restaurantes, billares, panaderías, el dinero de la Mara Salvatrucha (MS-13) circula por todos lados en El Salvador
El "Padrino", un exmiembro de la MS-13 que traicionó a sus compañeros de pandilla para revelar sus secretos
EL SALVADOR – Restaurantes, billares, sorbeterías, panaderías, carpinterías y otros negocios servían a la Mara Salvatrucha (MS-13) en Ilopango y Soyapango, en el oriente de San Salvador, para legalizar el dinero obtenido de la venta de drogas y la extorsión. Eso aseguró ayer un testigo identificado como “Padrino” ante el Juzgado Especializado de Sentencia C de San Salvador, en el caso llamado Operación Cuscatlán.
El testimonio de “Padrino” ocurrió ayer durante una audiencia especial que la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó para que el testigo declarara antes del juicio contra 12 señalados de lavar dinero para la pandilla MS-13. El fiscal explicó que pidieron de manera anticipada la declaración porque existe riesgo de que la pandilla lo asesine.
“Padrino”, un miembro de la MS-13 que decidió traicionar a sus compañeros a cambio de beneficios judiciales, contó a la jueza que la pandilla daba entre $10,000 y $25,000 a pequeños empresarios de Ilopango y Soyapango para que remodelaran sus negocios o abrieran nuevas instalaciones. La pandilla se quedaba con el 70 % de los ingresos generados por las empresas, mientras que los negociantes recibían el 30 %, según el testigo.
Envían a juicio a cinco acusados de lavar dinero para la Mara Salvatrucha
Los hombres acusados son Carlos Antonio Gómez, supuesto cabecilla alias “Orko”; José Vielman, José Quinteros, Manuel de Jesús Elías Hernández, Juan Antonio Navarrete, Juan Francisco Iraheta y Álvaro Alexánder Aldana. Mientras que las mujeres que enfrentan el proceso son Jackeline Victoria Mejía, Irma Lorena Rodríguez, Florinda Recinos de Blommaert, Yésica Melara y Melva Rosibel Gómez. Todos están detenidos.
El criteriado aseguró que estuvo presente cuando la imputada Irma Lorena Rodríguez recibió $33,000 de la MS-13 para sus negocios. La primera entrega de dinero fue de $10,000 en 2004 y la segunda, de $23,000 en 2009. “Ella fue una de las máximas lavadoras de dinero”, dijo.
Según “Padrino”, la pandilla también dio dinero ilícito a Recinos de Blommaert, quien era presidenta de la cooperativa de la ruta de microbuses 29-A y es acusada por la fiscalía de usar el negocio del transporte público para legalizar dinero de la MS-13.
Las investigaciones aseguran que Blommaert no ha podido justificar $148,000 de sus ingresos. “Ella era una empresaria exitosa. Se ha acreditado la existencia de préstamos por los cuales realizó compras. Hay una justificación de los ingresos”, dijo ayer Miguel Flores Durel, abogado de la empresaria, quien asegura que “Padrino” no tiene credibilidad. El 9 de septiembre debe declarar otro testigo del caso.
(Por Francisco Hernández de La Prensa Gráfica)