El DOE asegura que escuelas están libres de plomo

Al menos 1,800 salones fueron limpiados a tiempo para el regreso a clases

Cuando este jueves más de 1 millón de menores regresen a las escuelas públicas de la Gran Manzana, los padres tendrán una preocupación menos: las aulas estarán limpias de la contaminación del plomo. Al menos así lo aseguró el Departamento de Educación de la Ciudad (DOE).

En un reporte presentado el martes, las autoridades de Educación aseguraron que los 1,800 salones que habían dado positivo a la presencia de plomo en las paredes fueron limpiados, por lo que ya no se corre el riesgo que los niños, sobre todo los más pequeñitos, sean expuestos al tóxico, principalmente por consumir pedazos de pintura desconchada de las paredes.

El DOE indicó que el plomo fue encontrado en escuelas que funcionan en edificios construidos antes de 1985, y luego de varios trabajos de limpieza, se certificó que ya están aptas para que puedan volver los estudiantes sin que se ponga en riesgo su salud.

El reporte especificó que se usaron contratistas independientes para que ‘sellaran’ las paredes deterioradas y luego las renovaran con nuevas capas de pintura. Y, luego de ese tratamiento, se volvió a realizar una segunda inspección que permitió autorizar el uso de esos salones.

A finales de julio, el DOE reveló públicamente por primera vez los resultados de sus propios análisis sobre el plomo, que obtuvieron luego de inspeccionar los salones de escuelas primarias con paredes desconchadas. Pero a pesar del hallazgo, insistieron en que los estudiantes no corrían peligro. “Nuestras escuelas están seguras, y este verano hemos mejorado nuestros protocolos y fortalecido la comunicación con las familias sobre los pasos que tomamos para evitar la exposición al plomo de niños menores de seis años”, dijo Miranda Barbot, portavoz del DOE, en un comunicado.

Los niños pequeños, especialmente los menores de 3 años, corren el mayor riesgo, ya que es más probable que estén en el suelo y se lleven a la boca los dedos cargados de polvo o astillas de pintura. Las autoridades de Salud han demostrado que la ingestión de plomo causa estragos en el desarrollo cognitivo y representa un riesgo particular para los más pequeños. Además puede provocar hiperactividad, agresión y otros problemas de comportamiento.

El DOE aseguró que tras ese hallazgo, ahora se harán pruebas al menos tres veces al año en las escuelas, y se crearía una base de datos centralizada para concentrar los resultados de los análisis, que estarán disponible para que la revisen los padres. Además, se propuso la creación de una herramienta online para que se puedan hacer quejas sobre la posible presencia de pintura con plomo.

La semana pasada el DOE anunció que también comenzaría en un futuro cercano el análisis de las áreas comunes para detectar plomo, luego de que los expertos indicaran que comer pedazos de pintura no es la forma más común en que la mayoría de los niños consumen el plomo, sino es a través de la ingestión del polvo con plomo. Eso puede suceder en cualquier espacio en el que los estudiantes pasen tiempo, ya que solo basta con poner las manos en el suelo o paredes y luego llevárselas a la boca.

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