Rafael Nadal: “No juego por callar bocas. El espíritu de revancha no me gusta”

Aún en fase de recuperación tras una de las finales más duras de su carrera, el tenista español reflexionó desde su casa en Mallorca sobre su futuro, su motivación y su preparación física y mental

Nadal con su cuarto US Open.

Nadal con su cuarto US Open. Crédito: USTA

Rafael Nadal aún no se ha recuperado del desgaste físico y mental que supusieron las casi cinco horas de final del US Open ante el ruso Daniil Medveded. “Estoy tocadillo”, reconoció. Pero el tenista español nos atendió por teléfono desde su casa de Manacor, en la isla de Mallorca, a un grupo de periodistas menos de 48 horas después de levantar su 19º trofeo de Grand Slam.

El número 2 del mundo reflexionó sobre su último título, la longevidad que está sorprendiendo a muchos, la nueva generación, sus planes de futuro y lo que le motiva para seguir jugando al máximo nivel.

Sobre su éxito pasados los 30 años, cuando muchos decían que tendría una carrera corta

“Yo no juego por callar bocas a nadie. Mi motivación nunca ha sido lo que puedan decir los otros. O demostrar que puedo hacer cosas que los demás decían que no puedo hacer. Intento huir de este concepto en mi vida en general. Creo que la ambición y la motivación tienen que ser por motivos personales, no por motivos externos. El espíritu de revancha conceptualmente no me gusta. Intento evitar huir de ese espíritu porque estás compitiendo, intentando conseguir cosas, desde el punto de vista del rencor. Intento no trabajar desde ese punto de vista, sino desde motivaciones positivas”.

“Igual que mucha gente dudaba de que yo pudiera jugar tantos años, yo también dudo y he dudado siempre de haber podido durar lo que estoy durando. Pero aquí estoy. Al final es un tema del día y yo soy feliz haciendo lo que hago. Y si mi cuerpo me permite entrenar más o menos bien diariamente, me gusta jugar a tenis, disfruto de los objetivos y de la competición”.

El objetivo: ser competitivo

“Yo entiendo por ser competitivo estar luchando por las cosas que me motivan.  Y lo que me motiva es aspirar a lo máximo. Mi objetivo es seguir aspirando a lo máximo el máximo tiempo posible. Darme las máximas opciones posibles de competir en los mejores torneos del mundo durante los máximos años posibles. Éste es el objetivo. Y para intentar conseguir ese objetivo el calendario lo he ido cortando. Este año llevo jugados sólo 11 torneos y no sé con los que voy a terminar el año en total. Como podéis ver, el calendario sí se está reduciendo. También es verdad que gracias a los resultados que has tenido”.

Sobre su edad

No me siento mayor. Me siento lo que soy, que tengo 33 años. No sé cuándo va a ser mi última victoria, pero estoy en un momento bueno ahora mismo. Soy consciente de que los años pasan y no hay que perder de vista la realidad de la situación. Uno cuando se hace mayor tiene que cuidarse más, tiene que elegir mejor. Así como cuando eres más joven puedes ir jugando y jugando, y de una manera u otra las cosas salen bien, cuando eres un poquito más mayor tienes que ser más selectivo y más listo a la hora de elegir las cosas que a uno le funcionan mejor”.

Sobre el número 1 del ranking

Nadal besó el trofeo en una "noche especial", como reconoció después. / Foto: Mariela Lombard, El Diario NY
La victoria en Nueva York le acerca al número 1 del mundo. / Foto: Mariela Lombard, El Diario NY

“El número uno no es mi gran objetivo. Si lo soy, muy muy feliz, pero no es algo que yo pueda permitirme perseguir a estar alturas. No puedo perder el tiempo en intentar ser número uno. Tengo que perder el tiempo en intentar estar lo mejor preparado posible para jugar al máximo nivel las semanas que compito. Si ello me lleva a ser número 1, feliz. Pero si no, yo tengo que hacer mi camino”.

Sobre su preparación para estar tan bien esta temporada

“No he hecho ninguna preparación diferente… Me he tomado los descansos necesarios después de algunos torneos exigentes, como pueden haber sido Roland Garros, Wimbledon, Australia. Y en los últimos tiempos he intentado hacer cosas más específicas en casa y en los torneos apuntalar jugando partidos”.

Sobre el ejemplo que da dentro y fuera del tenis

“Es algo que no me planteo habitualmente, ésa es la verdad. Siempre he intentado ser yo y hacer las cosas que me han parecido que son correctas, las cosas que me ha educado mi familia de joven. Y uno con los años tiene la capacidad de ver muchas cosas por este mundo, y hay cosas que a uno le gustan más y otras que le gustan menos. Intento copiar las cosas que me gustan y no hacer las cosas que no me gustan de otra gente… Me genera una gran satisfacción personal que pueda servir de ayuda e inspiración a otra gente que se levanta a trabajar diariamente, que tiene que combatir momentos complicados en la vida o que simplemente se va a trabajar de mejor humor porque me ha visto jugar. Es una satisfacción personal crear emociones positivas en otra gente”.

Sobre el cambio de guardia tras el Big Three

“Hace años que se está vaticinando el cambio de guardia, cosa que ha ido ocurriendo, pero de una manera un poquito más lenta de lo que quizás se esperaba. Han llegado muchos jugadores, pero se han ido otros como David Ferrer, Berdych. Tsonga no se ha ido pero ha dejado de estar en las primeras posiciones del ranking… Está Medvedev, Zverev, Khachanov, Rublev, Felix, Berrettini, Shapovalov… todos estos que evidentemente tienen que ir entrando en el circuito. La lógica aplastante de la evolución de este mundo hace que estén llegando. A día de hoy ya hay unos cuantos que están entre los diez primeros y cada año por lógica tiene que haber más“.

Sobre la posibilidad de jugar los torneos de Grand Slam a tres sets

“Creo que el debate en el tenis no debería ser ahí, sino en cómo hacer el tenis más interesante o más atractivo para el espectador. Creo que el partido del domingo fue muy atractivo para el espectador. Es verdad que fue un partido largo, pero nos estábamos jugando un Grand Slam. Si hay debate en otro tipo de torneos, entendido, y soy el primero abierto a probar cosas y a probar cambios de formato, diferente objetivos para hacerlo más atractivo. Pero en un Grand Slam es importante la tradición. Y normalmente un partido de hora y media o dos horas no son especialmente recordados. Cada año, al final de temporada cuando se habla de los mejores partidos del año, se habla de partidos que han sido largos, que han sido ajustados y que han tenido una cierta dosis de drama, de emoción tenística y emoción física. Es una parte de este deporte que creo que sería un error que se perdiera“.

Sobre el nivel del partido contra Medvedev en la final del US Open

“No he visto el partido, ésa es la realidad. Sólo lo he jugado. Dentro del campo estás con nervios y se hace complicado valorar en una justa medida lo que pudo haber sido el partido. Tuvo muchos ingredientes que lo hicieron especial y emocionante, de los partidos que no se puede olvidar, pero lo tengo que ver repetido para poder dar un veredicto justo desde mi punto de vista”.

Sobre la emoción antes de recoger el trofeo, cuando se proyectó un video con sus 19 “grandes”

Nadal saluda al público del Arthur Ashe antes de la entrega del trofeo. / Foto: Getty Images
Nadal saluda al público del Arthur Ashe antes de la entrega del trofeo. / Foto: Getty Images

“Hay que entender el momento. Las últimas tres horas del partido fueron especialmente duras, porque lo tenía prácticamente ganado y vas viendo cómo se complica muchísimo hasta el punto de estar en una situación realmente crítica para perder una final que era una oportunidad para mí, igual que para él, pero que tenía bien encaminado. Llevas muchas horas resistiendo, sufriendo… y llega un momento de debilidad”.

Sobre la recuperación mental

“La recuperación mental es descansar, básicamente. No sólo es el último partido. Llevas unas semanas con tensión compitiendo en uno de los torneos más importantes del año y desde que llegas hasta que terminar el nivel de de exigencia y presión diaria es alto. Cuando terminas estos torneos, y más después de un partido como esta final, el bajón físico y mental es grande. Hay que ir poco a poco recuperándote, de hacer las tareas para ayudar al cuerpo a recuperarse. Y  la mente cuando estás con un poco de sensación de libertad, de poder hacer las cosas a tu aire y dándote los horarios que uno crea más adecuados, se va también recuperando de lo que es la exigencia”.

Los planes para el resto del año

“Se me hace difícil decirlo ahora mismo. Después del partido salí disparado hacia el avión y no tuve tiempo de poder hablar con el equipo… Tendré que esperar unos días para ver cómo evoluciona mi cuerpo. Mi calendario inmediato es jugar la Laver Cup. Después, no lo sé. Tengo una conversación pendiente con el equipo. Claro que el Masters está en el calendario y Paris-Bercy. Quedaría pendiente la gira de Asia”.

Sobre los Juegos Olímpicos de Tokio

“En el tenis no es como en atletismo o en natación que los Juegos es la fecha marcada durante todo el año. Tenemos otros torneos que son de igual de importantes que las Olimpiadas, que nos complican mucho el calendario, porque además son en Tokio. Después de Wimbledon solemos tener un periodo de descanso  y este año por las Olimpiadas vamos a tener muy poco descanso. Después tenemos la gira americana entera de pista dura y el Open de Estados Unidos. Es un año especial. Lo importante es tomar las decisiones adecuadas. Todo el mundo sabe lo que representan para mí los Juegos Olímpicos y voy a hacer lo posible para intentar llegar con la mejor preparación. Pero es evidente que los Juegos, a nivel mental y físico, es una competición que exige mucho, más si quieres jugar diferentes disciplinas. Voy a intentar hacer lo posible para poder estar listo para ello”.

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