Juez lo condena a prisión por no llegar a tiempo al tribunal para servir como jurado
Haberse quedado dormido le salió muy caro
Para él fue un infierno. Y no quiere volver a vivirlo nunca más. DeAndre Somerville pagó a caro precio el hecho de saltarse una sesión judicial en una corte de Florida en la que tenía que participar como miembro del jurado por quedarse dormido.
Un juez lo condenó a diez días de prisión. Tras descontar la pena, este joven de 21 años siente que ha aprendido la lección. Aunque cree que el castigo fue “un poco excesivo”.
Tal y como cuentan distintos medios, Somerville recibió el pasado 20 de agosto una notificación para presentarse en la corte de West Palm Beach, Florida, como miembro de un jurado para la evaluación de un caso de negligencia en un accidente de tráfico. Tendría que comparecer la mañana siguiente.
Pero cuando ese día se despertó, entre las 11 am y las 11:30 am, se dio cuenta de que era demasiado tarde. “¡Ay, no, me quedé dormido!”, pensó. Vio que ya no le daba tiempo para ir al juicio, y además faltaba poco para acudir a su puesto de trabajo como operador en actividades post-escolares para niños.
Dice que miró en Internet qué podía pasar si no iba al juzgado. “Debería haber llamado”, aseguró a NBC News. “Pero estaba un poco nervioso”, agregó. Sostuvo que en la red no encontró muchas noticias al respecto de posibles castigos para situaciones como la que estaba viviendo él. “[Parecía que] nadie hubiera ido realmente a la cárcel por eso”.
Pero el asunto no se quedó en eso. Mientras estaba jugando al baloncesto unas semanas después, su abuela lo llamó preocupada y le dijo que un policía había ido a buscarlo al departamento donde vive junto a ella y al abuelo.
Lo citaron en la corte el 20 de septiembre, donde el juez John Kastrenakes lo esperaba para sentenciar un duro castigo por su falta del mes anterior. Antes de eso, no había acumulado ningún antecedente penal, según asegura.
El magistrado explicó que su ausencia obligó a retrasar 45 minutos el comienzo de la sesión en la que tenía que participar como miembro del jurado.
“Cuando un miembro del jurado es seleccionado y jura, la correcta aplicación de la justicia depende de que esa persona cumpla las órdenes del tribunal”, explicó. También lo acusó de no contestar a las llamadas de los funcionarios cuando él pidió que lo buscaran. “Su negación intencional de seguir las órdenes de la corte es un asunto grave”, aseguró, y agregó que prestar servicio en el sistema judicial es igual de importante que hacerlo en el ejército.
Además, destacó que era el único afroamericano entre los seis miembros elegidos, lo que lo ponía en un lugar de representación de un sector “muy importante” de su propia comunidad.
En principio, lo condenó a 10 días de cárcel, un año de libertad condicional y 150 de trabajos sociales para la comunidad, así como a pagar una sanción de $223 dólares y escribir una carta de disculpas.
Una experiencia “traumática”
“Después de la audiencia condenatoria me esposaron”, dice Somerville. El joven ingresó en prisión unos días después, donde, según asegura, vivió una experiencia traumática. Tuvo miedo, pero aprovechó para rezar y escribir.
Tras salir de prisión, este viernes Somerville compareció en otra audiencia ante el juez. Allí leyó la carta de disculpas que tuvo que redactar. “La que tomé fue una decisión inmadura, y la pagué con mi libertad”, rezaba el escrito. “Lamento mucho mis acciones. También me disculpo sinceramente por retrasar el juicio por 45 minutos y no respetar el tiempo de otras personas”.
“Sé que quizás tenga que vivir con algo que me marcará por el resto de mi vida”, continuaba la carta. “Definitivamente fue una experiencia de aprendizaje y una llamada de atención para mí … Estoy decidido a no dejar que esto defina quién soy y cuál será mi futuro”.
El joven cree que su pena carcelaria fue “un poco exagerada” y la decisión de ponerlo en libertad condicional, innecesaria. “Siento que no necesitaba ninguna rehabilitación”, dijo, y alegó que el tiempo que pasó en prisión le parece suficiente.
El juez Kastrenakes aceptó sus disculpas, y redujo el periodo de libertad provisional a tres meses, así como las horas de trabajo comunitario a 30, aunque reiteró que consideró que Somerville merecía un castigo. “La gente buena puede cometer errores graves”.
La madre del joven, Annique Owens, definió en declaraciones recogidas por WPTV a su hijo como “una gran persona”. Pero, dijo, tiene 21 años. “Un chico de esa edad, a veces, puede ser irresponsable”.
(Editado por Francesco Rodella con información de NBC y AP)