Los latinos impulsarán el crecimiento económico de los EEUU durante décadas
Durante el Mes Nacional de la Herencia Hispana es importante que todos en este país tomen tiempo para apreciar las contribuciones que los latinos hacen al tejido social, cultural y económico de los Estados Unidos.
Como parte de la celebración de este año, le pedí a mi personal en el Comité Económico Conjunto del Congreso de los EEUU, donde sirvo como vicepresidente, que analice en profundidad el estado económico de la comunidad latina en el país. Trabajaron junto con el personal en el Caucus Hispano del Congreso, donde el congresista Joaquín Castro sirve como presidente. Lo que encontraron fue alentador. Los latinos han progresado enormemente en las últimas décadas y serán uno de los principales impulsores del crecimiento económico en los Estados Unidos en las próximas décadas.
Gran parte de ese poder económico refleja el arduo trabajo y las actividades empresariales de la comunidad latina. Nuestro informe muestra que casi siete de cada 10 latinos de 16 años o más estaban trabajando o buscando trabajo el año pasado, una tasa que supera el promedio nacional. La economía estadounidense necesita más trabajadores para mantener altos niveles de crecimiento económico.
Los latinos también son más propensos que la población en general a ser empresarios. Un estudio muestra que tienen 1.7 veces más probabilidades de iniciar negocios que otros grupos, y que casi uno de cada cuatro negocios nuevos son propiedad de latinos. Eso crea millones de empleos e inyecta más de $700,000 millones en la economía cada año. Se ha estimado que los latinos en los Estados Unidos generan $2.3 billones en actividad económica, lo que por sí solo se ubicaría como la octava economía más grande del mundo.
Y si bien los latinos representan una mayor proporción del empleo en las industrias con salarios más bajos, hay espacio para ser optimistas que cambiarán a medida que mejoren los niveles de educación. Desde 1990, el porcentaje de latinos que han obtenido una licenciatura se ha duplicado, y un número cada vez mayor está obteniendo títulos profesionales.
Se espera que la enorme influencia económica de los latinos aumente a medida que aumenta su participación en la población nacional. Actualmente, casi 60 millones de latinos viven en los Estados Unidos, lo que representa menos de una de cada cinco personas; se estima que para 2060, aproximadamente una de cada cuatro personas que viven en los Estados Unidos será latina. La población latina es más joven que la población general de los Estados Unidos y se está expandiendo geográficamente. Ahora hay casi tantos latinos en el Sur como en el Oeste de los Estados Unidos. Durante la última década, las áreas rurales del país han experimentado el crecimiento más rápido de la población latina.
Este aumento de la población—combinado con las altas tasas de participación de la fuerza laboral de los latinos, su relativa juventud y el nivel creciente de logro educativo—será un impulsor crucial del crecimiento económico general de los Estados Unidos. A medida que se jubile un número creciente de “Baby Boomers,” una generación más joven de latinos tomará su lugar y mantendrá la economía funcionando y creciendo.
A pesar de este progreso entre los latinos, los desafíos persisten. La tasa de desempleo de los latinos es consistentemente más alta que el promedio nacional, aunque el fuerte mercado laboral ha reducido esa brecha. El ingreso promedio de los hogares hispanos es un poco más de $51,000 dólares, aproximadamente $20,000 dólares menos que el ingreso promedio de los hogares blancos no hispanos. Su riqueza es desproporcionadamente baja—solo una octava parte de los hogares blancos no hispanos. Los latinos son 1.7 veces más propensos que los blancos no hispanos a vivir en la pobreza.
Esto en parte refleja el hecho que los latinos con frecuencia pagan más por los costos de financiamiento de la vivienda y carecen de igual acceso a los servicios bancarios y al crédito.
Las mujeres latinas están particularmente en desventaja, por lo general ganan solo 54 centavos por cada dólar que gana un hombre blanco no hispano. Este sorprendente brecha salarial persiste sin importar la ocupación, el nivel educativo, la experiencia o la ubicación geográfica. Por ejemplo, una mujer latina en la profesión legal gana solo el 36% de lo que gana un hombre blanco no hispano en el campo, mientras que una latina en administración gana el 58% de lo que gana un hombre blanco no hispano.
Claramente, se necesita hacer más para vencer la discriminación y el sesgo que alimentan este tipo de desigualdad. Entonces, mientras celebramos el mes de la Herencia Hispana Nacional —y realmente hay mucho para celebrar— no olvidemos los desafíos que quedan y el increíble potencial que aún está esperando ser desatado.
-La congresista Carolyn B. Maloney (NY-12) es vicepresidenta del Comité Económico Conjunto y es miembro principal del Comité de Servicios Financieros de la Cámara y del Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara.