Editorial: Traición a los aliados

En malas manos está la seguridad de los kurdos cuando Trump dice que dependen de su ”sabiduría grande y sin par”

El presidente Donald Trump.

El presidente Donald Trump. Crédito: EFE

Cuando los senadores demócratas y republicanos se unen en un reproche casi sin precedentes al presidente Donald Trump es que el mandatario está cometiendo un serio error. Las consecuencias del retiro de la presencia estadounidense en Siria son potencialmente tan graves que han logrado esta unión que hasta hoy parecía imposible en Washington.

La decisión de la Casa Blanca pone en peligro los logros obtenidos en el combate al Estado Islámico y es una traición a los aliados de Estados Unidos, sin los cuales esos logros hubieran sido imposibles. Las Unidades de Protección Popular (YPG) de la población kurda en Siria, columna vertebral de la Fuerzas Democráticas Sirias, son las que destruyeron el Califato creado por Isis al costo de 11,000 vidas.

Su recompensa ahora es la traición de nuestro país, a quien confiaban por años. La salida de cientos de soldados estadounidenses es la antesala de una ofensiva de Turquía sobre los kurdos, que considera al YPG como terroristas. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan asegura que la YPG es la principal amenaza a Turquía.

Desde hace meses, Estados Unidos negociaba con Turquía la creación de una franja de seguridad dentro de Siria, que sirviera de protección para evitar supuestos ataques kurdos. No hubo acuerdo. Turquía quería que fuese de 25 millas de profundidad, que el YPG entregara sus armas y se retirase del área. El fracaso de la negociación lleva a la decisión turca de actuar unilateralmente.

Erdogan es uno de los líderes autoritarios del gusto de Trump que ya desafió a Estados Unidos comprando armas rusas. No hay motivo para creer que el líder turco tema una reacción del estadounidense. Trump frecuentemente se ha jactado de las dos torres Trump en Istanbul, lo que deja en duda si en esta ocasión mezcla su interés personal en la decisión.

En malas manos está la seguridad de los kurdos cuando Trump dice que dependen de su ”sabiduría grande y sin par”. Los kurdos son un grupo étnico de 40 millones de personas ubicadas en la intersección entre Turquía, Siria, Irak e Irán. Hoy Kurdistán es un área geográfica y una cultura oprimida en las cuatro naciones en que está distribuida. Una ofensiva turca podría desplazar a casi medio millón de personas de sus hogares.

Se estima que hay 12,000 militantes de Isis prisioneros en el norte de Siria en manos kurdas. Si el YPG se distrae defendiéndose de los turcos y huyen, Isis puede reconstruirse aprovechando la situación. El retiro de tropas también le cede el espacio geopolítico a Rusia, Irán y Turquía.

La política exterior estadounidense es una veleta que depende de los caprichos de Trump. No hay ideología, ni aliados que valgan. Por eso mismo renunció hace un año el ex secretario de Defensa, James Mathis.

Esta retirada de Siria es un error histórico por lo que significa en la región y el mensaje de desconfianza que envía al resto del mundo.

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