La noche más triste de Barcelona, libran una horrible batalla que está destruyendo la ciudad

Las imágenes dan la vuelta al mundo: nunca antes Barcelona había vivido tanta violencia ni se había visto tanta policía tomando sus calles

El fútbol se vio afectado por las manifestaciones realizadas  en Barcelona.

El fútbol se vio afectado por las manifestaciones realizadas en Barcelona. Crédito: Getty Images

La convocatoria de huelga para el día de hoy realizada por los sindicatos independentistas se está saldando con numerosos heridos y actos vandálicos por toda la ciudad de Barcelona.

La jornada empezó con marchas pacíficas, pero fue a media tarde que dieron comienzo los disturbios que solo han hecho más que ir a peor.

Nada hacía imaginar que se viviría una situación sin precedentes como la que ahora se respira en las calles de la Ciudad Condal. A primera hora del día se pudo ver a multitud de personas marchando de forma pacífica, abuelos y familias con niños caminaban portando lazos amarillos, el símbolo que se utiliza para mostrar apoyo a los presos políticos catalanes.

Si bien el ambiente era pacífico, poco tardó en desatarse la rabia independentista entre grupos de jóvenes radicales, en su mayoría encapuchados, que no dudaron en destrozar mobiliario urbano y provocar fuegos para luchar contra la presencia de la policía Nacional.

En menos de una hora, el escenario se convirtió en algo parecido a una zona de guerra. Radicales destrozando la ciudad, resistiendo la carga policial que intentó disolver a los independentistas con cañones de agua, gases lacrimógenos y pelotas de goma. Los violentos, por su parte, usaron piedras y vallas, señales de tráfico, bengalas y cócteles molotov contra los agentes.

Por el momento, 77 personas han resultado heridas y, tristemente, los disturbios siguen mientras se empieza a cuestionar la violenta y excesiva actuación policial.

Como se muestra en la imagen, un periodista del diario El País fue arrestado y despojado de sus credenciales cuando vieron que había fotografiado unas supuestas agresiones y detenciones.

Una triste y preocupante situación que pone en el punto de mira internacional tanto a políticos, autoridades como a los propios ciudadanos. Es difícil prever cómo se puede resolver un conflicto que está alcanzando tal magnitud.

Numerosos países están recomendado a sus ciudadanos que no viajen a Cataluña, por seguridad. Un consejo comprensible, pero que sin duda pasará factura a una región que, principalmente, vive del turismo.

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