¿Mala visión? Conoce la enfermedad de ojos en forma de cono, o queratocono
El queratocono es una enfermedad degenerativa que se produce en la córnea, y va afectando la visión de forma progresiva
A medida que la enfermedad avanza, se produce un cambio en la córnea. Así, el queratocono cambia los ojos en forma de cono, es decir, la córnea va adquiriendo una forma de cono irregular que va hacia afuera.
Qué produce la enfermedad
La córnea contiene colágeno. Cuando esta proteína se altera se produce la enfermedad. Si bien no se conocen las causas exactas que producen esta enfermedad, se cree que se podría deber a factores hereditarios.
Otras causas tienen que ver con lesiones que pueden afectar la estructura de la córnea. Frotarse los ojos con frecuencia también puede ser el causante de esta enfermedad visual. El mal uso de lentes de contacto también puede ser un causante.
Síntomas
El síntoma más significativo es la disminución de la córnea en la zona central. A medida que la ectasia se desarrolla, la córnea se vuelve más delgada, lo que perjudica considerablemente la visión.
Por eso, la pérdida de la visión es uno de los principales síntomas que puede llevar al diagnóstico de queratocono. Este diagnóstico lo certificará un oftalmólogo luego de los estudios respectivos.
Desarrollo de la enfermedad
La enfermedad se puede presentar en un ojo o en ambos. Por lo general se presenta en los dos. Los síntomas suelen presentarse en la adolescencia con astigmatismo irregular que de manera progresiva afecta la visión.
Si el astigmatismo incrementa, es posible que se deba al queratocono. Por eso, la prevención a tiempo contribuye a combatirla y contrarrestar sus efectos. Es importante atender la salud visual, ya que es un elemento fundamental para el desempeño de las actividades cotidianas.
Una vez realizado el diagnóstico, este problema se puede corregir con el uso de gafas o lentes correctivos, así como lentes de contacto, segmentos intraestromales, o en casos más graves, con el trasplante de córnea.
Por eso es fundamental visitar al oftalmólogo 1 o 2 veces al año para un chequeo riguroso y descartar cualquier problema grave que pueda afectar la visión.