La economía de EEUU reduce ligeramente su crecimiento
La Reserva Federal rebaja un cuarto de punto las tasas de interés
Los consumidores siguen abriendo sus bolsos y usando sus tarjetas de crédito lo que permite a la economía de EEUU seguir avanzando. En concreto, la primera lectura de la evolución del PIB en el tercer trimestre muestra un ritmo de crecimiento del 1.9%.
El porcentaje está ligeramente por debajo del 2% registrado en el segundo trimestre pero es mejor que el que esperaban los analistas. Ahora bien, está muy lejos del 3% sostenido que garantizaba el presidente Donald Trump cuando apostó por la reforma fiscal en 2017 y como recordaban los analistas de Oxford Economics “es la peor evolución en dos trimestres seguidos desde 2016”.
Los números indican que hay un fuerte desequilibrio entre los consumidores y los empresarios. Aunque la confianza de estos está resintiéndose un poco su gasto, que es con diferencia el más elevado en la cuenta con la que se calcula el PIB, creció a un ritmo anual del 2.9%.
Mientras, las inversiones de los negocios registraron una caída del 3%. El gasto en oficinas y fábricas cayó mucho más en los meses de verano, el 15.3%. La mejor noticia vino de la inversión residencial que se recuperó con fuerza y avanzó un 5.1% desde porcentajes en negativo el anterior trimestre.
Lo que también muestran estos cálculos es que los consumidores estuvieron más fuertes en el segundo trimestre y que el retroceso en la inversión privada ha sido por lo general mayor que en el segundo trimestre (salvo en cuestiones de propiedad intelectual). “Es la primera contracción consecutiva desde 2009 lo que refleja el impacto negativo de un crecimiento global más débil, el aumento del proteccionismo, la incertidumbre política, un dólar fuerte una actividad deprimida en energía”, explican en Oxford Economics.
Para la mayor parte de los economistas el crecimiento está abocado a reducirse en los próximos trimestres.
Rebaja del precio del dinero
La primera estimación del PIB coincidió con el último día de la reunión de octubre de la Reserva Federal cuyo comité rebajó las tasas de interés en un cuarto de punto para dejarlas en 1.5%-1.75%. Solo dos de los miembros de este comité se opusieron a esta rebaja.
La Fed, presidida por Jerome Powell, se refiere en su decisión a la debilidad de la inversión empresarial para fundamentar esta decisión. Es la tercera vez consecutiva que la Fed rebaja el precio del dinero y cuando solo queda una reunión más, en diciembre, las expectativas iniciales se inclinan porque no lo vuelva a hacer en el medio plazo.
Desde la Fed se ha explicado que las rebajas de julio y septiembre han sido preventivas. El mensaje que se ha mandado es que la economía se mantiene fuerte y el desempleo está en un nivel históricamente bajo. La idea siempre ha sido reforzar la economía frente a la ralentización.
No obstante esta política preventiva ha coincidido con los ataques despachados con regularidad por el presidente Donald Trump a esta institución independiente del Gobierno. Aunque el presidente nomina al líder de la Fed, la política de esta no es competencia del Gobierno y suele ser ejercida con la distancia que se requiere.
También llega en el día en el que el presidente chileno, Sebastián Piñera, canceló una reunión internacional en la que se preveía que se vieran los presidentes de China y EEUU y se viera un avance en las dañadas relaciones comerciales que tanto están pesando en la economía global.