La final de la Libertadores, otra vez parece un problemón para Conmebol
A 20 días de la final de la Libertadores, Chile no puede garantizar que se juegue allí y ya se evalúan opciones.
A un año de la vergüenza internacional que padeció Conmebol con la suspensión de la final entre River y Boca debido a la violencia por lo que se tomó la polémica decisión de mudar a Madrid el duelo; ahora se ve peligrar el ambicioso plan de mostrar al mundo un espectáculo al estilo Champions LEague por el estallido social en Chile.
La final agendada para el 23 de noviembre, en el estadio Nacional de Santiago pretendía ser el escenario ideal para no sufrir los contratiempos de un año atrás. A 20 días del partido, la entidad no puede garantizar que se juegue allí y ya se evalúan opciones.
Un año atrás la Conmebol se frotaba las manos por la final River y Boca pero el operativo de seguridad falló en proteger la llegada del autobús que trasladaba al plantel de Boca, que fue atacado a pocas cuadras del estadio con piedras y botellas lanzadas por fanáticos millonarios. Al menos tres jugadores boquenses tuvieron que ser atendidos con heridas cortantes.
La CONMEBOL mudó la final a Madrid, aún en contra de la opinión de los dos equipos. Ganó River 3-1 el 9 de diciembre. En Sudamérica muchos sintieron como una ofensa cambiar la sede a otro continente.
Descartados ahora estadios de Argentina y Brasil, las opciones se acotan a la Nueva Olla de Cerro Porteño en Asunción, donde se jugará la final de la Copa Sudamericana entre Colón de Argentina e Independiente del Valle de Ecuador el 9 de noviembre.
Los próximos días serán claves para definir la suerte del partido más emblemático a nivel clubes de Sudamérica.