Los mejores trucos de cocina para cuidar el bolsillo y comer delicioso

Actualmente una de las mejores recomendaciones para cuidar nuestro peso y salud, es preparar los alimentos en casa. Muchas personas tienen la falsa creencia sobre esta práctica, consideran como una de las principales desventajas la falta de tiempo y también encuentran complicaciones en las compras, debido a las largas y costosas listas de insumos; también existen aquellos que se declaran incompetentes a la hora de cocinar. Cualquiera que sea la razón normalmente se deriva en constantes visitas a restaurantes, puestos callejeros o establecimientos de comida rápida. 

Esta situación normalmente deriva en problemas graves de salud, el constante consumo de alimentos callejeros hace que perdamos el control de la calidad, frescura y calorías que consumimos. Esta es una de las principales causas de sobrepeso y obesidad en la sociedad. Sin embargo es nuestra responsabilidad ser consientes de las consecuencias del tipo de alimentación que llevamos y entender que cocinar en casa no tiene nada que ver con un lujo y si aprendemos a organizarnos es la mejor manera de cuidar la economía del hogar y sobretodo la salud. 

1. Encuentra las diferencias entre los productos del supermercado y los del mercado local

El primer consejo importante para cocinar en casa y economizar es aprender a distinguir los productos que conviene comprar en el supermercado y aquellos que es una mejor opción adquirir en los mercados locales. Normalmente los productos procesados cuestan lo mismo en donde sea que los adquieras; sin embargo cuando se trata de comprar frutas y vegetales, los mercados locales ofrecen excelentes precios y los productos más frescos, también es una excelente acción para apoyar a los productores locales. 

2. Evita comprar vegetales empacados, cortados y congelados

Normalmente este tipo de productos tienen un costo de 2 a 3 veces mayor a los vegetales frescos. Por otra parte son productos que no brillan por su frescura y normalmente se pierden sus nutrientes. ¡No dejes que la flojera te gane! Toma un cuchillo y pica al momento los ingredientes que necesites para cocinar.

3. Prepara una lista de los insumos que necesitas

Uno de los mejores consejos a la hora de comprar los productos es tener una lista clara y concreta de los insumos que realmente necesitamos, considerando las cantidades reales de lo que se consume en casa. Es la mejor manera de ahorrar, de evitar el consumismo, de organizar y planear nuestros menús y sobretodo de evitar el desperdicio de alimentos.

4. Aumenta el uso de vegetales en todos los platillos

Integra en tu lista base de compras semanales vegetales abundantes, existen maravillosas alternativas que harán mucho más generosos tus platillos, son versátiles y se pueden integrar en todo tipo de recetas, como sopas, ensaladas, smoothies, guisados y platos fuertes. También es una excelente alternativa para cuidar tu salud, bajar el consumo excesivo de calorías, nutrir de manera correcta al organismo y prevenir enfermedades degenerativas. Una buena recomendación es siempre tener a la mano espinacas, apio, lechuga, tomates y zanahorias. 

5. Compra al mayoreo

Detecta aquellos ingredientes que es conveniente comprar al mayoreo, siempre será más económico. La recomendación es considerarlo para todo los alimentos que tengan un largo período de vida y que no sean perecederos, por ejemplo todo tipo de especias como clavos de olor, canela, azúcar, sal, curry, semillas y frutos secos. También es útil para para la compra de leches vegetales, aceite de olivo y vinagre. 

6. Reduce el consumo de carnes y alimentos procesados

Un alto consumo de carnes y productos procesados son de los principales factores que aumentan la cuenta a pagar. En general los alimentos procesados son mucho más costosos a cocinar en casa, lo peor de todo son las consecuencias negativas que el consumo de estos productos vacíos aportará a tu salud. Referente al consumo de carnes rojas, por supuesto que puedes integrar algunas opciones frescas y de temporada, sin embargo se recomienda que no sean la base de tu alimentación; es mejor optar por productos más económicos como lo son el huevo, la quinoa, el amaranto, el pollo, los pescados, la soja y las legumbres.