Nuevo comisionado del NYPD asume con la promesa de un plan para alejar a jóvenes de la criminalidad
Organizaciones y activistas están a la expectativa de que el nuevo jefe policial escriba el capítulo final de una "era de brutalidad contra afroamericanos e hispanos".
Dermot Shea juró este lunes ante el alcalde Bill De Blasio, como el máximo jefe de la Policía de Nueva York (NYPD). Prometió “hacer mucho más” para reducir la criminalidad, en un momento en que la ciudad vive históricas bajas tasas de inseguridad, pero también cuando se ha recrudecido el debate sobre si en sus manos la Uniformada arrancará de raíz, ciertas prácticas señaladas como discriminatorias para las minorías.
“No quiero ver a un niño más muerto, no quiero ver disparar a un joven más. No quiero ver un funeral por un hecho violento que se pudo haber evitado. No quiero ver a un niño más deambular por el camino de ser arrestado”, dijo en la ceremonia en One Police Plaza, en el bajo Manhattan, sede de la mayor fuerza policial del país.
El nuevo máximo líder de NYPD, que reemplazó a James O’Neill, luego de tres años en el cargo, anunció que en los próximos días revelará los detalles de una nueva estrategia en todo el departamento, para ayudar a los jóvenes de la ciudad a mantenerse fuera del círculo de la criminalidad.
“Si podemos prevenir el delito. Si podemos vivir juntos en una ciudad que brinda seguridad para todos, entonces podemos evitar que los jóvenes sean introducidos en el sistema de justicia penal”, subrayó.
Shea, indicó que la institución policial que ahora comanda, tendrá la capacidad de adaptarse a los “cambios inminentes” que se acercan, a propósito de las nuevas reformas de la justicia penal, que entre otros aspectos, eliminarán la fianza por delitos menores y algunos delitos graves. Además, impondrá que se entregue más evidencias a la defensa y de una forma más acelerada.
Más allá de los pasillos de la sede policial, Joel Rivera, líder de la organización Soy, que realiza trabajo comunitario con grupos juveniles en el sur de El Bronx, considera que las comunidades más pobres de la ciudad estarán muy pendientes de que se “entierren” para siempre ciertas estrategias de la Uniformada, como “detención y cacheo”, que tanto ha criminalizado a las minorías.
“Tenemos heridas muy profundas en la ciudad, por los efectos de esas políticas discriminatorias, que si bien han tenido un retroceso en los últimos años, deben ser olvidadas por completo”, explicó el activista comunitario boricua.
Rivera estima que queda todavía un camino por recorrer, en cuanto a la cercanía de los funcionarios policiales con las comunidades, especialmente las afroamericanas y latinas, que siempre han estado en el punto más débil cuando se trazan estrategias para prevenir el crimen.
“En los vecindarios del sur de El Bronx, hay mucho por hacer. Especialmente en ofrecer oportunidades a los más jóvenes. Esperemos que la pesadilla de `detención y cacheo`, que significó una etapa muy dura para nuestros vecindarios, vean de verdad su punto final, con el nuevo comisionado”, explicó.
“Pare y revise, sin pausas en Queens”
Pero en medio del gran universo de la diversidad que caracteriza a la Gran Manzana, existen algunas voces que exigen un cambio de rumbo, en ciertas políticas del Departamento de Policía de Nueva York, que son calificadas como “discriminatorias”.
Ese es el razonamiento de Bianey García, activista de Make the Road Nueva York (NYMR), quien no duda en asegurar que la práctica “pare y revise”, no ha tenido pausa en un vecindario con una gran comunidad latina, como Jackson Heights, en Queens.
“El acoso, muy específicamente a las mujeres trans no ha tenido pausa. Siguen siendo muy drásticos con esta comunidad, por el solo hecho de caminar por las calles o expresar su género. Nosotros, con el nuevo comisionado, solo esperamos un cambio de enfoque, pues con estas prácticas, debidamente comprobadas por muchas organizaciones, están poniendo a centenares de inmigrantes en el camino a la deportación“, enfatizó García.
El concejal por el distrito de Queens, Donovan Richards, quien preside la Comisión de Seguridad Pública manifestó a The New York Times cierto escepticismo en la posibilidad de que con Shea “se generen cambios importantes en temas polémicos de la ciudad”.
“Parece no estar dispuesto a considerar seriamente las quejas como la base de datos de pandillas del departamento, donde, según los críticos, los nombres pueden aterrizar con demasiada facilidad y permanecer por mucho tiempo. En este momento, no estoy convencido de que vaya a ser más agresivo para impulsar las reformas”, dijo Richards.
El nuevo líder de la Uniformada ha expresado de manera tajante que su trabajo tendrá como principal foco eliminar por completo a las pandillas y las armas de las calles de la Gran Manzana.
Por su parte, Tina Luongo, abogada de defensa criminal en la Sociedad de Ayuda Legal, también ha mostrado preocupación con la denominada base de datos de pandillas.
“Esto será más de lo mismo, y nuestros neoyorquinos en las comunidades de color, continuarán sufriendo más de lo mismo, por un departamento de policía que prioriza los arrestos por encima de todo”, dijo a medios locales.
El alcalde Bill de Blasio, remarcó durante la juramentación de quien hasta ahora se desempeñaba como Jefe de Detectives de NYPD, que es momento de “buscar y revisar la historia”, en cuando a seguridad y violencia en la ciudad.
“Nosotros no vamos a volver al pasado. Tenemos mucho trabajo por hacer en cuando a seguridad se refiere. Ahora tenemos en nuestra policía a un visionario, que tiene grandes retos”, aseveró el mandatario local.
Subway: el otro campo minado
El otro campo minado que deberá encarar el nuevo funcionario, es el de la seguridad en el Subway, uno de los espacios más controversiales de la escena urbana neoyorquina.
“Si el comisionado quiere mostrar buena fe en su nuevo papel, debe cancelar la represión por la evasión de tarifas en el tren que criminaliza, justamente a las minorías”, señaló Tony Murphy, líder de la organización People MTA, que esta semana exigirá en algunas demostraciones “más ascensores y menos funcionarios”, además de justicia de “accesibilidad y el fin del terror policial racista”.
Murphy destacó que la mitad de todas las personas asesinadas por la policía tienen una discapacidad.
“Con los recientes ataques policiales en el metro, a los vendedores de churros, a los jóvenes negros y latinos, a través de la campaña de evasión de tarifas racistas, las voces que piden transporte público para servir verdaderamente a los pasajeros, se están volviendo más fuertes”, dijo el activista.
La coalición People MTA, asegura que el gobernador Andrew Cuomo, el alcalde De Blasio y el Concejo Municipal han elegido contratar a más de 1,300 oficiales solamente para el Subway. La evasión de tarifas es la principal causa de arrestos en Nueva York, de acuerdo con esta organización.
“Lucharemos por proteger a los discapacitados afroamericanos y latinos, de la brutalidad policial”, concluyó Murphy.
Desde el interior del estamento policial, otros tienen sus perspectivas. Patrick J. Lynch, presidente de la Asociación de Beneficencia de la Policía, dio la bienvenida al nombramiento del jefe policial, describiéndolo como una señal de esperanza para los oficiales de base.
“Esperamos con ansias trabajar con el comisionado Shea, para combatir la atmósfera anti policial actual y hacer cambios positivos que mejorarán la vida de nuestros oficiales de policía y de todos los neoyorquinos que protegemos”, dijo Lynch.
Perfil de Dermot Shea
- 50 años de edad tiene el nuevo jefe máximo de NYPD. Es hijo de inmigrantes irlandenses, criado en Sunny Side en Queens.
- 1991 fue el año que ingresó a la Uniformada, como oficial en los recintos 46 y 50 en El Bronx.
- 44 comisionados ha tenido NYPD desde su creación en 1845.
- 2,000 asesinatos por año registraba el cuerpo policial cuando Shea ingresó como oficial. El año pasado, hubo 289.
- 2014 fue el año cuando asumió la responsabilidad del sistema de estadísticas de NYPD (Compstat), cuando fue nombrado jefe de estrategias de control del delito y comisionado adjunto de operaciones.
- 34,450 efectivos policiales y 4,500 auxiliares están bajo el comando del nuevo comisionado.